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Tiempo de perro, de Patrice Nganang

Portada del libro Tiempo de perro, del camerunés Patrice Nganang.
Portada del libro Tiempo de perro, del camerunés Patrice Nganang.

Madagascar, un pequeño barrio de Yaoundé, la capital de Camerún, es el escenario que utiliza Patrice Nganang para contarnos el Camerún de mediados de los 80-90, los llamados años de brasa, por la decadencia económica que sufrió el país.

Todo normal hasta que nos damos cuenta de que el narrador no es alguien habitual. Porque en esta obra todo nos lo cuenta un perro, un maestro de la palabra que tras sobrevivir a un intento de asesinato por parte del hijo de su dueño, vuelve a casa para convertirse en un observador, casi un antropólogo de las relaciones entre los seres humanos. Porque, como él mismo dice, “para sobrevivir a los hombres es preciso saber de qué son capaces”.

Así, a través de Mbudjak, conocemos el mundo de los hombres de la barriada de Madagascar, la mayoría sin trabajo, oficio ni beneficio. Como el dueño del perro, Massa Yo, que perdió su empleo de funcionario respetable y ahora regenta como puede el bar ‘El Cliente es el rey’. Desde esa barra, nos cuenta el ir y venir de los clientes habituales –Docta, Pantera, El Cuervo- y otros esporádicos que pasan por allí contando sus penas.

Conocemos también, un poco más de refilón, el mundo de las mujeres, gracias a Mamá Mado –la mujer de Massa Yo- que vende buñuelos en un puesto callejero y gana más dinero que su marido, o a la gran Mini Manor, empresaria y altiva que mantiene a los hombres del barrio a raya. Vemos sucederse las trifulcas vecinales y de pareja, nos queda claro el machismo de esos hombres que ven a las muchachas que pasan vendiendo cacahuetes como un simple objeto de satisfacción sexual.

Y vivimos también la represión política y social en un barrio donde el comisario hace lo que quiere y nadie se atreve a protestar. Donde la autoridad se lleva a dos habituales del bar a prisión y nadie mueve un dedo por buscarlos.

Nadie estaba ahí el día de mi arresto, pero todos vosotros estáis siempre aquí por la bebida del día (…) Y todos vosotros, ahí, que me miráis con estos grandes ojos, ¿cuántas veces me habéis contado que sufríais? (…) Me habéis dejado todos pudrirme en la cárcel, cuando me llevaron allí por defenderos. ¿Adónde ha ido, en vosotros, el hombre? ¿En qué os habéis convertido? ¿Dónde está vuestra cabeza. Ni siquiera sabéis ya reivindicar la justicia? (…) Os matáis con alcohol, pero sois más cobardes que hienas. ¿Cuántos han muerto en prisión mientras os emborrachabais de indiferencia en los bares? Biya se queda con todo vuestro dinero, va a esconderlo en Suiza; deja que os pudráis en barriadas y os pasáis el tiempo parloteando, agarrando una curda tras otra y jodiendo a las pequeñas”.

Como toda respuesta, alguien le dijo: “Eres un opositor”.

Me encantó este extracto: para no enfrentarse a sus propias culpas, nadie responde al discurso del Cuervo; para quitarse responsabilidades de encima, mejor acusar al acusador. “Eres un opositor”, con eso queda todo dicho.

El libro, que recibió el Gran Premio del Africa Negra, es una obra ciertamente crítica -algo poco habitual en un tiempo en el que los escritores apenas se atrevían a plasmar el nombre de Paul Biya en sus obras- pero mostrada en tóno de sátira política y social; un fresco de las barriadas camerunesas en los años 90, donde cada cual malvive y sobrevive como puede, intentando pasar desapercibido. Una realidad que se describe también a través del lenguaje, gracias a la mezcla de idiomas, dichos locales, neologismos y lenguas tribales que emplea el autor a lo largo de toda la novela.

Os recomiendo leer la reflexión del autor sobre el libro en el blog África Vive y acercaros mañana 11 de junio a Casa Árabe para escucharle hablar dentro del programa ‘Letras africanas’ de Casa África.

El país del arcoiris

Sudáfrica, por supuesto. Un país que en dos décadas ha cambiado radicalmente pero en el que todavía quedan muchos aspectos por mejorar.
Un documental de E. Romero en el que participó una gran periodista española, Gemma Parellada, y que se estrenó con motivo del Mundial 2010 pero que sigue de total actualidad por las historias que cuenta.

Por ejemplo, la entrevista al trompetista Hugh Masekela, o la experiencia de Justice Bekebeke, considerado ciudadano de segunda durante buena parte de su vida por ser negro y preso político durante el Apartheid. Pero también otros aspectos como el relato de John Carlin, corresponsal británico ahora asentado en España, que cubrió la transición a la Democracia y nos ofrece un relato interesantísimo sobre las negociaciones y los enfrentamientos que se produjeron en aquellos días.

Documental Sudáfrica – El país del Arco Iris – Sudáfrica 2010 from Parellada – Reporting Africa on Vimeo.

Director: E. Romero
Cámara: D. Acereto
Producción Sudáfrica: G. Parellada

Mali: tareas pendientes antes de las elecciones

En el último año y medio, Mali ha vivido un golpe de Estado, un intento de secesión de la mitad norte del país, un conflicto que ha dejado miles de refugiados y desplazados y, finalmente, la intervención francesa para restablecer la integridad territorial en el país. Un cúmulo de acontecimientos que han llevado a la descomposición de la ya de por sí frágil Administración de Bamako, que ahora intenta restablecerse y recobrar la legitimidad mediante unas elecciones previstas para el 28 de julio. Todo ello en un país que había disfrutado de 20 años ininterrumpidos de paz y donde la democracia parecía relativamente asentada.

Mali: tareas pendientes antes de las eleccionesPero antes de poder celebrar los comicios, todavía quedan varios escollos por resolver. En primer lugar, la ciudad de Kidal, capital de una de las provincias del norte, continúa en manos del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad, el movimiento independentista tuareg. Una situación permitida por París que no gusta al ejército ni la población maliense, con ganas de venganza contra los rebeldes, a quienes consideran culpables de buena parte de lo ocurrido en los últimos 18 meses. El objetivo de Francia impidiendo la entrada de las tropas gubernamentales en Kidal es forzar al Gobierno de Bamako y a los rebeldes a que lleguen a un acuerdo antes de las elecciones. Cosa que no será fácil puesto que los tuareg, que son mayoría en el norte del país, siempre se han sentido discriminados respecto a la población negra del sur y, a pesar de varios levantamiento y acuerdos de paz entre los años 70 y 90, todavía no han visto satisfechas sus reivindicaciones.

Mali: tareas pendientes antes de las elecciones
Dioncunda Traoré, presidente interino de Mali, aupado al poder por el golpista Amadou Sanogo.

Para lograr dicho acuerdo, el presidente interino de Malí, Dioncunda Traoré, –aupado al cargo por el capitán golpista Amadou Sanogo– nombró la semana pasada un consejero especial, Tiebilé Dramé, (ex ministro y presidente del Partido por el Renacimiento Nacional) encargado de iniciar los contactos con el MNLA. Aunque la región de Kidal sólo alberga al 0,5 % de la población de Mali, el presidente ha repetido una y otra vez que debe votar igu
al que el resto del país. De lo contrario, como advierte Gamer Dicko, portavoz del Ministerio de la Administración Territorial, supondría “una separación de facto” y establecería un serio precedente. Por su parte, el movimiento independentista Tuareg no se ha negado a las negociaciones, pero sí ha ex
presado rotundamente que no entregará las armas antes de comenzar las mismas, una de las condiciones que pretendía imponer el Gobierno.

El otro gran problema es el futuro de las miles de personas que tuvieron que abandonar sus hogares durante el conflicto. Según la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Ertharin Cousin, hay 300.000 desplazados internos y más de 175.000 viviendo en los países vecinos como Níger o Burkina Faso. Malienses que se marcharon con lo puesto y para los que todavía no existe un plan claro de regreso.

Mali: tareas pendientes antes de las elecciones
Una mujer que tuvo que huir de Tombuctú, construyendo su tienda de campaña en un campamento de refugiados deBurkina Fasso. Foto: Pablo Tosco / Intermón Oxfam

En cuanto a los islamistas, que se hicieron

fuertes en el norte del país aprovechando la rebelión tuareg, la situación sigue siendo complicada. Los terroristas han sido expulsados del territorio pero tanto el Ejecutivo de Bamako como las grandes potencias saben que pueden volver a reorganizarse en cualquier momento ya que cuentan con efectivos y buenas fuentes de financiación gracias al tráfico de droga y al dinero obtenido por el pago de rescates occidentales. Tal y como explicó el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, “las grandes intervenciones en Mali han terminado, pero no la guerra”. El mandatario galo añadió que los 3.800 soldados franceses que quedan en el país comenzarán a dar el relevo a las tropas de pacificación de la ONU el próximo 1 de julio, aunque la retirada no será completa “para evitar el recrudecimiento” del fundamentalismo.

Según la hoja de ruta prevista por el Consejo de Seguridad de la ONU, la Fuerza de Paz, que estaría compuesta por 11.000 efectivos debería empezar a desplegarse este mismo mes, pero todavía no ha comenzado por motivos de seguridad. Su trabajo consistirá en estabilizar las ciudades del norte, apoyar el restablecimiento de la autoridad del Gobierno y facilitar la vuelta a la democracia. Para acompañar este proceso, la Conferencia de Donantes reunida el pasado 15 de mayo en Bruselas, ha comprometido 3.250 millones de euros que se destinarán a mejorar la economía, infraestructura y servicios sociales del país, según explicó el Ministro de Asuntos Exteriores maliense, Tieman Hubert Coulibaly, con el objetivo de alejar el extremismo del país.

 

 

Literatura francófona africana

Literatura francófona africanaHoy, 10 de mayo, a partir de las 7 de la tarde, tendrá lugar en el Caixa Fórum de Madrid un seminario sobre Literatura africana escrita en francés. En el encuentro se analizarán las claves de la evolución francés como lengua no materna; una evolución estructurada en torno a tres ejes, correspondientes a diversos momentos:

Lengua ajena, impuesta por el colonizador y externa a todos.

Lengua sometida: la paradoja de utilizar -sin cuestionarlo- el lenguaje del colonizador para realizar una literatura de combate y rebeldía.

Lengua liberada: Cuando, por fin, la literatura africana en francés emprende el vuelo y se apropia de la lengua que un día les fue impuesta. En este apartado, algunos de los autores de referencia serán Sony Labou Tansi, Emmanuel Dongala, Ken Bugul y obras como Las siete soledades de Lorsa Lopez, El fuego de los orígenes, La locura o la muerte…

Organizado por el Centro Euro-África, el seminario correrá a cargo de dos profesores de Filología francesa de la Universidad de Alcalá, Ana I. Labra Cenitagoya y Landry- Wilfrid Miampika, con Lourdes Carriedo como moderadora.

 

La Costa de los Esclavos

(Y para ir abriendo boca para la exposición sobre Benín…)

Recorrer la costa que une Benín, Togo y Ghana es hacerlo por el pasado, el presente y el futuro de África. Más de 700 kilómetros de playas interminables que recogen la historia de la esclavitud, la dura vida de los pescadores africanos y los complejos turísticos que lentamente comienzan a erigirse.

Tal vez el mejor ejemplo de este paseo por el tiempo sea la costa beninesa, comenzando por la playa de Cotonoú, la ciudad más importante del país. En su famosa Ruta de los Pescadores, las cabañas de barro y paja cohabitan con modernos bares, restaurantes y algún que otro apartamento. No faltan tampoco los enormes carteles que anuncian la construcción de futuros resorts que, impulsados por la financiación china, aspiran a convertir la zona en una suerte de Benidorm a la africana.

Lejos de la propaganda gubernamental, lo que hoy en día puede verse por esta parte de la costa atlántica son innumerables canoas de madera corroídas por el paso del tiempo, así como niños descalzos jugando al fútbol -la mayoría con logradas falsificaciones de las camisetas del Barcelona, el Chelsea o el United–, mujeres vendiendo alimentos y las típicas moto-taxis del país, que sortean los baches y los grandes charcos cargadas con dos y hasta tres pasajeros.

La Costa de los Esclavos
Canoas de pescadores en Benín. Foto: Aurora M. Alcojor

Se trata de una playa de arena clara y repleta de palmeras, pero muy traicionera, tal y como confiesan los lugareños. Pese a ello, cada mañana decenas de hombres se adentran en el agua, equipados con artesanales redes de pesca de una longitud considerable. Separadas por escasos metros de distancia, las largas filas de pescadores tirando todos a una, al son de un tambor, contrastan con los enormes buques extranjeros que, varias millas mar adentro, recogen toneladas de pescados que irán a parar a los mercados europeos.

Homenaje a la diáspora

A varios kilómetros de distancia, en Abomey, un colorido monumento en forma de mural recuerda a los millones de africanos que, durante siglos, se vieron forzados a abandonar su tierra natal rumbo a América, en unas condiciones de vida tan deplorables como la propia práctica de la esclavitud. Un lugar que vuelve a reflejar las contradicciones del Continente Negro, ya que el monumento se encuentra enclavado justo en medio de un complejo hotelero a medio construir, formado por varias cabañas independientes, cuyas obras quedaron paralizadas cuando el Gobierno beninés decidió que debía ser precisamente en ese punto donde se rendiría homenaje a la diáspora africana.

La Costa de los Esclavos
Monumento en recuerdo de la esclavitud, Benín. Foto: Aurora M. Alcojor

Grand Popo se ha convertido en un gran destino turístico de sol, playa y lujo

Pero no todo permanece a medio hacer en la costa beninesa. Unos kilómetros antes de llegar a Togo se erige Grand Popo, un antiguo pueblo de pescadores reconvertido durante los últimos tiempos en destino turístico de primera categoría, repleto de hoteles y restaurantes. Un lugar, en definitiva, indicado para quienes prefieren el sol, la playa y el lujo a la aventura de los hostales, los caminos de tierra repletos de ganado o los menús a base de arroz, pollo y plátano frito.

Si queréis continuar el viaje por la llamada Costa de los Esclavos, que se extiende también por Togo y Ghana, podéis leer el original, publicado en OchoLeguas, aquí.

Benín, viaje a lo desconocido

Benín, ¿a quién le suena? Roméo Gbaguidi lleva años haciendo todo lo posible para que sean muchos los que respondan afirmativamente a esta pregunta. Y después de mucho trabajo, este mes dará un pasito más para ayudar a visibilizar el país del que es originario gracias a la exposición de fotos Benín, viaje a lo desconocido, que durante las próximas semanas se podrá visitar en el Vestíbulo del Edificio 14 de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación del Campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid.

Benín, viaje a lo desconocido

Antes de conocer a Roméo, yo pasé unas semanas recorriendo Benín, un país pequeño pero que nos impactó muy gratamente y en el que compartimos un tiempo estupendo con Michelle y Beda. De allí guardamos multitud de fotos, claro, algunas de las cuales ¡formarán parte de la exposición!

Por eso, el próximo 22 de mayo, día de la inauguración, estaremos en la Sala 17.2.75 del Edificio Ortega y Gasset, para hablar de este pequeño gran país del que, esperemos, pronto todos hayáis oído hablar!

Si queréis saber más, si habéis estado y queréis compartir vuestra experiencia, si os interesa conocer lo que el país ofrece, ¡allí nos vemos!

Podéis descargar el cartel aquí .

 

Escolarización en África del Este

Escolarización en África del Este Expectativa de escolarización de los niños en África del Este, según datos de Naciones Unidas.

Atención a Somalia: menos de tres años es la media nacional.

A la cabeza regional se encuentran Burundi, Kenia y Uganda, con una aceptable media de 11 años de escolarización para niños y niñas.

Infografía vía: Africareview

Mujer, cuéntame cómo vistes en África

El pasado 14 de marzo se celebró en el Museo Nacional de Antropología de Madrid un evento muy original para cMujer, cuéntame cómo vistes en Áfricaelebrar el Día de la Mujer. Una forma diferente de visibilizar, más allá de los estereotipos, a las mujeres de zonas muy diversas. Se trataba de la actividad «Mujer, cuéntame cómo vistes en… África».

Yo no pude asistir, pero hace unos días me llegó por mail un artículo escrito por una de las participantes en el que relata muy bien el evento y el significado del mismo. Lo he buscado por Internet pero no lo encuentro para enlazarlo, así que resalto algunos párrafos y os dejo el PDF entero –tal y como me llegó- para quien quiera leerlo:  Mujeres de las seis regiones de África se reúnen en Madrid.

La autora es Sikitu Massimango Mweze, experta en Relaciones Internacionales y  Cooperación Internacional, originaria de la República Democrática del Congo y miembro del Observatorio Internacional Afro.

He aquí unos extractos de su texto:

“Este acto se ha caracterizado por ser uno de los pocos en España que se organizan por distintas mujeres con el objetivo no solo presentar la indumentaria africana o afrodescendiente sino también para mostrar que detrás de cada vestimenta hay una cara de mujer, una mujer afro que es sobre todo profesional, algo que no se suele ver en muchos entornos laborales de diversos países “más allá de la crisis económica”.

Mujer, cuéntame cómo vistes en ÁfricaContinúa, luego, explicando las diversas partes del acto:

La exposición “Mujeres amazighs: Joyas, el poder silencioso”, en la que la galerista camerunesa Edith Mbella habló sobre las joyas de los berebes”.

La charla de la presidenta de la Asociación de Mujeres Saharauis en España (AMSE), Zahra R. Ahmed, quien habló de la indumentaria tradicional usada por la mujeres saharauis, dentro de la que destaca la melhfa como vestido tradicional femenino por excelencia de esta cultura, y del que se explicarán sus características, los tipos de tejidos y colores en los que se realiza, cuándo se utiliza. Asimismo, la senegalesa, Tida Cody fue la encargada de explicar el pase de las representantes de su país, entre las que se encontraba la famosa periodista, Mariama Badji.

Una última parte en la que «se subrayó que no se puede hablar de una igualdad de oportunidades entre géneros si no se cuenta con la sensibilización y colaboración de los hombres, por ello, el desfile se clausuró con el pase de seis varones, entre ellos el famoso investigador, escritor y poeta saharaui, Bahia Awah y representantes de Senegal, Guinea Ecuatorial, Rep. Dominicana-Mali, Italia- R.D. Congo y España-Camerún».

Finalmente, recoge también unas palabras de la periodista uruguaya y colaboradora de la Fundación Sur, Raquel Rodríguez Camejo que ha estudiado la vestimenta africana (aquí el texto completo):

… Quizás haya una cultura que se diferencia de otras por los colores vivos, alegres y llamativos en la ropa, capaces de trasmitir alegría y entusiasmo a quién los luce o a quién simplemente los ve. Estamos hablando de África dónde sin duda alguna la amplia gama de colores y los originales motivos usados en las telas (en la mayoría de los países africanos la fibra textil más utilizada hoy en día es el algodón – que fue introducido en África por los árabes, sustituyendo a la rafia como elemento en los tejidos), sus bordados, son un elemento destacable en la vestimenta.

(…)La ropa puede representar el sentido de pertenencia a un mismo grupo, mediante la elección de similares motivos y colores en tela a la hora de lucir un vestido entre diferentes personas. También las telas en la ropa pueden ser usadas con fines políticos, estampando la imagen del presidente y su partido en la misma, para luego ser usada en campañas políticas o de simpatía con el actual régimen. En las bodas también es común que los invitados vistan con colores y motivos específicos en su ropa, previamente elegidos por la novia…¨