Inicio Blog Página 74

Reflexiones sobre Joburg

2

De todo lo que vimos, probablemente lo que más impactó a Cris fue Johannesbugo. Esa ciudad que atrae y repele a la vez y que es tan dificil de explicar.

Ella lo cuenta muy bien en su blog, así que si os interesa, echadle un vistazo.

Don’t call me nigger, whitey!

Hacerse una idea rigurosa de Johannesburgo sin haberla pisado antes es casi casi imposible. Lo digo ahora, pensando en la imagen que tenía de ella antes de mi escapada africana.

Del continente-madre no impresiona tanto su sabana, sus animales o sus ritos ancestrales -tantas veces acumulados en libros, películas y discos- como la posibilidad de encontrar una única urbe en el mundo donde sentir de verdad la diferenciación racial desde el otro lado: “Tú no eres negro”.

El texto entero en: Déjese querer por una loca

Día de la Juventud en Soweto II

Día de la Juventud en Soweto IIPero no todo fue celebración durante el día de la Juventud en Soweto. Ese mismo día, y a la misma hora que se celebraba el carnaval, un pequeño grupo, unas 100 o 150 personas, se manifestaban exigiendo que se cumplan, de verdad,las promesas que les llevan haciendo los políticos 15 años.

La mayoría eran miembros de la Poor´s People Alliance, una red de movimientos sociales de Sudáfrica que aúna a varias organizaciones de gente que lucha contra la pobreza y los desalojos en varias provincias del país. Se organizan a través de la web Abahlali y realizan actos, concentraciones y manifestaciones por todo el país.

Reivindican ante este Gobierno de Zuma, igual que lo han hecho ante otros anteriores, su derecho a cultivar las tierras, a tener una casa, agua, electricidad, educación para sus hijos…

Día de la Juventud en Soweto II
Cabecera de la manifestación de la Poor's People Alliance.

Eran pocos pero en realidad representan a muchos. A los millones de personas de Sudáfrica que todavía viven en pequeñas chabolas, construidas, como todos los barrios chabolistas, sin orden ni concierto, muy juntas las unas de las otras en calles sin asfaltar y sin ningún servicio público.

Los peligros en estos barrios, que aquí llaman eufemísticamente ‘informal settlement’ son muchos, empezando por la tan traída violencia, pero también muchos otros de los que se habla menos, algo tan simple, por ejemplo, como que al no tener luz, en estos hogares se utilizan velas por la noche y se cocina en improvisadas fogatas. Al estar tan pegadas las unas de las otras y construidas de chapa, maderas, cartones y plásticos… si en una de ellas se produce un incendio, es seguro que se extenderá a las de alrededor.

En verano, el miedo son las lluvias, torrenciales como son aquí, que arrastran todo lo que encuentran a su paso, y en invierno, el frío, que hace que se multipliquen las fogatas y con ello, el riesgo de morir en un incendio.

No hay días buenos en estas zonas, sólo malos y menos malos. No hay trabajo para los jóvenes, ni futuro para los niños. Y contra todo esto se manifestaban en Soweto los miembros de la Poor´s people Alliance.

El recorrido fue el mismo que en su día hicieran los estudiantes. Una manifestación organizada, en la que los cabecillas se ocupaban de que nadie se quedara atrás o se saliera del sendero marcado, “para no molestar a nadie”, con la policía detrás y tres autobuses cerrando la comitiva, para que mayores y niños pudieran sentarse si lo necesitaban y para devolver a todos al punto de partida.

Día de la Juventud en Soweto IILo más curioso es que, paseando por Soweto, me recordó en realidad a cualquier pueblecito de España. Allí por donde pasábamos, salía la gente de sus casas. Aquí se juntaban cuatro o cinco abuelas, allí un grupo de niños, y más allá una cuadrilla de hombres. Miraban y hasta preguntaban de qué iba el tema, aunque pocos se unieron. La mayoría sólo aprovechaba el paso del grupo para hacer un alto en sus quehaceres diarios. Otros para hacer un alto en su aburrimiento diario. Y algunos para aprovechar a hablar con sus vecinos. En fin, como en cualquier pueblo, de cualquier lugar del mundo, diría yo.

 

El Día de la Juventud en Soweto

Cada 16 de junio Sudáfrica recuerda a los más de 500 jóvenes muertos durante aquel triste miércoles de 1976 -y los días siguientes- en el que los estudiantes negros de Sowetodijeron basta y se pusieron en pie de guerra contra la intención del Apartheid de impartir todas las clases en afrikaans, un idioma que muchos de ellos ni conocían.

El Día de la Juventud en Soweto
Los estudiantes tiraban piedras y la policía y el Ejército respondían a tiros
El Día de la Juventud en Soweto
Una de las esculturas que recuerdan el momento de la insurrección estudiantil en un parque-memorial inaugurado hace unos años en Soweto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este año, por su puesto, buena parte de las carrozas hacían referencia al Mundial (2010 Twenty-Ten, que es como lo suelen llamar aquí) y a los Bafana-Bafana. Pero también había motivos tradicionales, danzas tribales, tambores y niños pintándose la cara.

El Día de la Juventud en Soweto

Afortunadamente, 30 años después todo ha cambiado, y mucho, y lo que este año se celebraba en Soweto era un colorido carnaval, conmemorando eso sí, la lucha de los turbios años 70. Creo que esta foto refleja muy bien el brutal cambio de las últimas tres décadas. El naranja de la camiseta del niño, el color, la vida, la alegría, frente al mural gris que recuerda lo que era la vida y la muerte de los jóvenes negros en los años 70.

 

El Día de la Juventud en Soweto

Johannesburgo

1

Yo he intentado explicarlo mil veces pero creo que nadie es capaz de hacerse una idea de cómo es y cómo se vive en Johannesburgo. Así que, por si esto ayuda, ahí va un texto sobre la ciudad publicado en Ocholeguas.com

F. López-Seivane

Ciudad de día
En el centro de la ciudad, abandonado hace años por la población blanca, se vive sólo de día. Al caer la tarde, todos los negocios cierran y es mejor no aventurarse por sus calles desiertas. Sin embargo, las autoridades están haciendo notables esfuerzos para recuperar la normalidad y el pulso de la vida en esa zona. (…)

El texto entero en: ‘Johannesburgo se apunta al fútbol’.

Un buen ejemplo de cooperación

1

Aunque creo que buena parte de la Cooperación y la Ayuda no son siempre buenas para el desarrollo, sí creo que los pequeños proyectos, los que favorecan muy directamene a la población y en los que la administración local se implica, pueden ser muy positivos. Me da la impresión de que esta es la dirección en la que las ONG´s se están moviendo desde hace ya unos años.

En 2007, durante un Curso de Cooperación al Desarrollo en Marruecos, vi un ejemplo de cómo esto se puede conseguir. La ONG construye, empleando a población local, un comedor en un colegio. No hace falta mucho dinero y el resultado no es un simple comedor, es mucho más, porque con eso se consigue que muchas más niñas vaya a clase. ¿Por qué? Al no tener que volver a sus casas al mediodía, se asegura que estarán en las clases por la tarde. Menos fracaso escolar, menos abandono, más igualdad…

A cambio, la ONG exige a lo que sería el Ayuntamiento de la zona que asegure que cada día habrá comida caliente en el comedor. Firman un acuerdo y, aunque la ONG no puede obligar al ayuntamiento a cumplir su parte, sí puede ‘presionarle’ en muchos sentidos: los próximos proyectos dependerán de su cumplimiento en éste. Además, será la población local la que tenga que exigir responsabilidades a la administración.

Con esto no sólo se mejora el funcionamiento del colegio, sino que se refuerza en parte a la sociedad civil, que 1) ve que su participación es importante y 2) se siente reforzada para exigir buen gobierno a sus representantes.

Una película sudafricana, galardonada en Tarifa

0
Izulu Lami (Mi cielo azul) cuenta la historia de dos hermanos que tienen que viajar desde la gran ciudad a su aldea de origen, tras el fallecimiento de su madre.
Izulu Lami (Mi cielo azul) es una película sudafricana que cuenta la historia de dos hermanos que tienen que viajar desde la gran ciudad a su aldea de origen, tras el fallecimiento de su madre.

12.06.2009: Una película sudafricana se ha llevado dos premios en el Festival de Cine Africano de Tarifa 2009.

Se llama Izulu Lamu y todavía no se ha podido ver en Sudáfrica. Se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Durban en julio y llegará a las pantallas en agosto.

Izulu Lami (Mi cielo secreto) cuenta el viaje de dos niños desde su pueblo natal a la ciudad, tras la muerte de su madre. Lo mejor es que uno de premios ha sido el de mejor actor, que ha ido a parar a las manos de un niño que no tenía experiencia profesional y al que el director había descubierto en un township de KwaZulu Natal.

En Sudáfrica, el periódico más importante -bueno, el más serio-, lo reseña: SA movie stuns Spain dice el Mail & Guardian.

Habrá que ir a verla en agosto. Y el año que viene habrá que ir de una vez por todas al Festival de Cine Africano de Tarifa.

 

 

Francia y sus relaciones en África. La ‘françafrique’

0
Francia y sus relaciones en África. La 'françafrique'
Entierro del presidente gabonés Omar Bongo.

11/06/2009.- Esta semana ha muerto en un hospital de Barcelona Omar Bongo, quien durante 42 años fue presidente de Gabón.

Con todos los atributos del típico dictador africano, sólo se puede decir una cosa buena de él, y es que durante cuatro décadas mantuvo la estabilidad en su país. Eso no significa que haya dado prosperidad al pueblo ni mejorado la calidad de vida de sus ¿debería decir súbditos?, sólo significa que ha evitado guerras y conflictos en el país. ¿Cómo? Generalmente repartiendo dinero a mansalva entre sus enemigos políticos. Tanto que, según cuenta el periodista Daniel Howden en su crónica del The Independent, (The corrupt nepotist who ruled Gabon for 40 years) en Libreville se dice que la mejor manera de hacerse rico es crear un partido de oposición.

Francia y sus relaciones en África. La 'françafrique'
Gabón es un pequeño país situado en el África occidental.

Su poder era tal en el país que nadie se atrevía a hacer pública su muerte y las autoridades de Gabón negaron hasta en cinco ocasiones que su presidente hubiera fallecido, asegurando que se encontraba “en perfectas condiciones». Su historia es casi de libro. Hijo de una familia numerosa, padre muerto cuando él era joven, estudió en las escuelas francesas que por entonces había en el país y luego se enroló en la Fuerza aérea de París, donde poco a poco fue ascendiendo.En 1960, cuando Gabón se independiza, es elegido ministro de Asuntos Exteriores, tiene un brillante papel durante un intento de golpe en 1964, y entonces los franceses se fijan en él. Tres años después es nombrado vicepresidente y en noviembre de 1967, tras la muerte de Leon M`ba, accede al poder.Es un chico listo y tiene aprendida la lección: llevarse bien con el antiguo poder colonizador da mucho dinero, así que Bongo deja hacer al Elíseo. Es una marioneta de Francia, sí, ¿pero quién mueve los hilos? “Gabón sin Francia es como un coche sin conductor, pero Francia sin Gabón es un coche sin gasolina”, le gustaba decir a Omar Bongo. La lista de acusaciones contra él es inacabable y la ONG Transparencia Internacional ha intentado echarle el guante en varias ocasiones. De hecho, estaba formalmente acusado en Francia y por eso eligió hospital en Barcelona. Según una denuncia de esta asociación, Bongo poseía 33 propiedades repartidas por toda Francia valoradas en un total de 190 millones de dólares; el Senado de Estados Unidos descubrió en los 90 que tenía unos 130 millones de dólares en cuentas privadas en el Citibank.

Francia y sus relaciones en África. La 'françafrique'
El presidente francés Jacques Chirac, junto a su homólogo Omar Bongo, en un encuentro mantenido en el Elíseo el 30 de noviembre de 2006. Foto: Patrick Kovarik/Getty Images
Entre otras cosas, Bongo permitió al gigante petrolero francés ELF instalarse en su país creando prácticamente un ‘estado propio’ en el que la compañía hacía y deshacía a su antojo. La rampante corrupción en el país ha hecho que el 70% del millón y medio de gaboneses subsista con apenas un dólar diario (España, lecho de agonía de dictadores) y los abusos han sido continuos. Sin embargo, el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, todavía se atrevió a decir tras su muerte que «era una gran figura para África». Sarkozy, por su parte, ha lamentado la muerte del «gran y fiel amigo de Francia».

La realidad es que más que «una gran figura para África», era una gran figura de la Françafrique, esa red de influencias entre altos cargos franceses y africanos que sirvió para desviar dinero, tanto de la Cooperación como de empresas privadas, para enriquecer a unos pocos y mantener en el poder al dictador de turno.

Denuncias contra la Françafrique

Según denunció mil veces François-Xavier Verschave y han confirmado muchos otros -aunque es prácticamente imposible de probar-, Francia utilizó la ayuda al desarrollo para financiar sus propias campañas políticas. Hasta el mismísimo ex presidente francés Valéry Giscard d´Estaing, que gobernó de 1974 a 1981, ha declarado, según recoge AFP, que «el presidente gabonés financió en 1981 la campaña presidencial de Jacques Chirac».

Precisamente porque Omar Bongo era uno de los últimos grandes representantes de la llamada Françafrique, su muerte es tan importante.

Al hilo de esto, es curioso leer cómo hasta el periódico Le Monde parece asumir la tesis de Bongon, la de que Francia sin África es como un coche sin conductor. Bajo el título de «Nicolas Sarkozy ou l’impossible rupture africaine», el artículo comienza así: «Nicolás Sarkozy ha comprendido pronto que nada se puede hacer sin contar con África».

Ayuda y desarrollo II

“Cada franco que [los franceses] donamos a África, refuerza la corrupción, aumenta la deuda y sólo sirve, en la mayoría de los casos, para alimentar las cuentas europeas de los dictadores locales ”.

“De cada 100 francos atribuidos a la ayuda, de 25 a 30 francos van directamente a las carteras personales de los dirigentes africanos, los cuales utilizan una parte importante para sus partidos durante las campañas electorales; unos 12 francos se utilizan para los salarios de los cooperantes; de 55 a 60 son destinados a la compra de bienes y servicios en Francia; y, finalmente, tres francos van directamente a la población africana

Del libro de Pascal Krop: Le génocide franco-africain. Faut il jouger les Mitterrand?, Ed. Jean-Claude Lattès, 1994, París, página. 18

Desde principios de los 90, el periodista Pascal Krop comenzó a denunciar en las páginas del ya desaparecido diario francés L´Événement du Jeudi, la cooperación africana y los escándalos del Elíseo en relación con la misma. Esto le supuso ser denunciado por el propio hijo de Mitterrand, aunque finalmente fue absuelto por la Corte Suprema.