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Javier Solana, sobre inmigración

«Estamos lejos todavía de lo que hace falta en políticas de inmigración europeas. Hace falta trabajar muchoJavier Solana, sobre inmigración más. Pero en el tema migratorio, se mire por donde se mire, hay que partir de una base y es que el desarrollo económico de la Unión Europea va a exigir en el futuro una considerable fuerza de trabajo inmigrante. Según el informe que la Unión Europea encargó a Felipe González, se necesitarán 68 millones de trabajadores entre ahora y 2050″.

«Yo comprendo que los ritmos a veces pueden ser excesivamente rápidos para algunas sociedades. Pero es tal la evidencia de que vamos a necesitar más gente, que hay que desdramatizar el debate sobre la inmigración, sin entrar en demagogias ni xenofobias. Tenemos que reconocer, primero, que aquí hay un problema; segundo, que una parte del problema es la solución, puesto que necesitamos emigración, y tercero, que esa solución, como es nueva, creará reticencias como muchas otras soluciones nuevas. Hemos pasado por dificultades parecidas, y lo que sabemos es que al final tendremos que adaptarnos, porque son cuestiones necesarias en nuestra vida colectiva».

Javier Solana, extracto del libro Reivindicación de la política. Javier Solana, en conversación con Lluis Bassets. 

No estoy de acuerdo con él en muchas otras cosas, pero en este tema, al menos, es claro como el agua. Podéis leer más en El País.

¿Narcoestados africanos? Droga en África

De  todos los problemas con los que históricamente se ha asociado a África, el de la droga nunca ha sido uno de ellos. Su aislamiento, su absoluta falta de recursos económicos y las malas comunicaciones la hacían poco apetecible incluso para este lucrativo negocio.

Pero los tiempos cambian y
ahora que África aparee en las listas de países interesantes para invertir, ahora que las redes de comunicación no necesitan una gran infraestructura y coincidiendo con que Europa conoce ya bien las estrategias de los narcotraficantes para enviar la droga desde América a nuestras costas, parece que los narcos han puesto a África en el punto de mira.

¿Narcoestados africanos? Droga en África
Flujos de cocaína en África.

Porque qué mejor para ello que países en desarrollo, donde todavía es extremadamente sencillo comprar a los magros cuerpos policiales, sobornar a la judicatura y, por supuesto, contar con el visto bueno, más o menos explícito, de los gobiernos. Es el escenario perfecto para las redes de narcotráfico.


Este mapa muestra los flujos de envío de cocaína mostrando las diferentes rutas seguidas en 1998 y 2008. Los puntos azul claro son los países productores. Los morados, los consumidores (Europa y Estados Unidos). Las flechas azules son las líneas de distribución.

Como se ve, en 1998, la coca iba directa de la zona andina hacia su destino. Cuatro grandes flechas partían desde allí con dirección a EEUU y Europa. Diez años después, las rutas se han diversificado y tres de ellas pasan por África. El trayecto se ha alargado, pero probablemente es más seguro para los narcotraficantes. Los puntos neurálgicos son África del Sur y del Este, dos amplias zonas que comprenden los países de Sudáfrica y Namibia, por un lado, y Guinea-Bissau, Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, por el otro.
La ruta africana de la coca
Según publicaba El País el año pasado, basándose en un informe de Naciones Unidas: «Alrededor del 27% de la cocaína que se consume cada año en Europa llega por la nueva ruta africana, que atraviesa países como Nigeria, Ghana, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Senegal, Malí y Mauritania. En el otro extremo del continente, África oriental es el principal conducto para el tráfico de heroína, que llega de los países asiáticos a través de los aeropuertos internacionales de Addis Abeba (Etiopía) y Nairobi (Kenia), con destino a los mercados europeo y estadounidense»
 
Uno de los países que más está sufriendo esta invasión es Guinea Bissau, donde ya no se habla de la droga en futuro, sino en presente. Así lo cuenta Manuel Marlasca, reportero de Interviu: «El régimen del presidente Nino Vieira está en manos de los militares, comandados por el temible general Batista Tagm Na Wai y éstos parecen haberse convertido en los mejores socios de los carteles colombianos, como denunció Allen Yeró. Una Policía Judicial que apenas llega a los 70 inspectores y que sólo cuenta con un vehículo es la única fuerza que parece dispuesta a luchar contra lo que ya es una realidad, que Guinea Bissau se convierta en un narcoestado«.
 
En África Occidental, según ha denunciado Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, en muchas ocasiones «los soldados ayudan a los narcotraficantes, cerrando los aeropuertos e incluso descargando la mercancía» (El narcotráfico, al asalto de algunos estados africanos, publicado en Mundo Negro).
Y podría seguir así un buen rato, con declaraciones y reportajes de quienes han visto cómo la droga se va introduciendo en África, y no sólo como mercancía de paso, sino también para quedarse, empeorando los ya de por sí maltrechos sistemas sanitarios de estos países. 
 
Ante esta información, y aprovechando que en estos países la droga todavía no lo ha invadido todo, ¿no sería mejor destinar los recursos de la Unión Europea y de la propia España a  luchar contra el narcotráfico en lugar de hacerlo contra la inmigración? ¿Qué tal si en vez de nombrarlos responsables de nuestras fronteras frente al tráfico de personas lo hacemos frente al tráfico de drogas? Sería positivo para ellos, pero también para nosotros. ¿Por qué de este tema no se habla? ¿Es que no hay barcos, o pateras o lo que sea, que cada día están introduciendo drogas en nuestro país? Porque una cosa está clara, salgan de donde salgan y pasen por donde pasen, todas las flechas del mapa llegan a Europa.

Violaciones en el Congo: Demasiado fácil culpar a Naciones Unidas (Por Nanjala Nyabola)

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Traduzco este artículo aparecido en The Guardian y escrito por  Nanjala Nyabola, estudiante Kenyata en la Universidad de Oxford. No dice nada nuevo, pero es importante recordar lo que dice.

“No hay suficiente formación que te prepare para el momento en el que una noticia detallando la violación de cerca de 200 mujeres y cuatro niños pequeños se pone sobre tu mesa. Los rebeldes ruandeses de la FDLR [hutus] y de la milicia local Mai Mai, asediaron la ciudad Luvungi, en Kivu Norte, en la frontera este de la República Democrática del Congo. Naciones Unidas estima que 154 civiles fueron asaltados durante cuatro días y que la entera ciudad fue tomada como rehén.
Esta parte de la RDC no es ajena a la violencia, habiendo sido testigo de todo tipo de conflictos desde las luchas de pre independencia entre belgas y alemanes. Hoy, varios grupos armados, que cuentan con multitud de extranjeros entre sus tropas, aterrorizan a las comunidades locales y han contribuido a crear una de las mayores concentraciones de personas desplazadas en el mundo.
(…)
Yo misma me pregunto de quién es la culpa de que esto haya sucedido? Luvungi se sitúa a menos de 20 millas de uno de los cuarteles de la ONU: ¿cómo puede suceder esto tan cerca de las milicias de la Monusco? ¿Como puede pasar cuando Monusco es, con diferencia, la mayor presencia de Naciones Unidas en el mundo? ¿Qué supone este fallo para la viabilidad de la misión y su plan para abandonar el país en menos de dos años?
Un enviado de Naciones Unidas ha dicho que las tropas no podían haber prevenido el ataque porque no sabían que estaba pasando y la ONU ha convocado una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad para discutir cómo responder a la violencia. Está claro que Naciones Unidas tiene muchas cosas que responder –particularmente, a las mujeres que han sido asaltadas, así como a la RDC y la comunidad internacional, que apoya su trabajo- y necesita solucionar los fallos sistemáticos que están permitiendo a eventos tan terroríficos tengan lugar bajo su supervisión.

Sin embargo, es importante resistirse al reflejo rutinario de centrarse sólo en los fallos de la ONU.  Es cierto que la misión de la ONU en la RDc ha sufrido serios problemas, desde los soldados envueltos en contrabando y la prostitución de menores hasta la impotencia general para enfrentarse a lo que, sobre el papel, debería ser un oponente fácil. Pero (…) es importante recordar que los fallos de la misión de paz ocurren en un contexto social, político e histórico muchos más amplio. Es la evolución de un conflicto que ha sido ignorado y permitido durante décadas, con muy poco interés hasta la actualidad. Es la culminación de los intereses nacionales y extranjeros que anteponen la acumulación de riqueza y de compañeros geoestratégicos sobre la creación de un gobierno estable. Esta es la cara fea de un capitalismo brutal que durante muchos años ha privilegiado la extracción de riquezas minerales sobre la seguridad de las personas. Naciones Unidas falla, sí, pero sólo porque opera dentro de un contexto en el que el fracaso garantiza más ganancias por unos pocos a costa del infortunio de muchos.
Nuestro instinto final debería ser preguntarnos qué se puede hacer. Es imperativo que no sucumbamos al abrumador sentido de impotencia que llevan implícitos tales actos de crueldad. Mientras los líderes globales pierden de vista su obligación moral para (…) prevenir futuros eventos similares, es crítico que los ciudadanos de a pie permanezcan comprometidos y continúen presionando a los gobiernos y a los actores de la sociedad civil para mantener la seguridad de las personas de la RDC en la agenda nacional e internacional.

Publicado el 26 de agosto en The Guardian. Ver aquí el artículo original

Triste vida alegre

¿Qué pasa cuando a un trabajo de concienciación social se une un formato innovador? Pues que eres capaz de pasar 20 minutos leyendo sin pestañear las historias y sentimientos de estas cuatro mujeres de triste vida alegre, las protagonistas del proyecto del mismo nombre creado por Médicos del Mundo para concienciar del problema de la prostitución.

Triste vida alegre
Cartel de presentación de la web Mujeres de Vida Alegre,
creada por Médicos del Mundo para concienciar del problema de la prostitución.

Cuatro historias tan alejadas del tópico y que ofrecen tanta dureza y sinceridad que casi dan miedo. Como las palabras de Puri, que habla de sí misma como si de otro se tratara, sin tapujos en la boca: “No había trabajo, no había para comer, no había nada y me tiré a la calle. Mi padre era el hombre más malo que haya parido su santa madre (…) Lo único que me dijo mi madre fue ‘Haz lo que te dé la gana, pero sin quedarte embarazada”. Y sin excusas: “Yo quería vivir bien, tener dinero, un coche, una buena casa. Empecé a trabajar en un restaurante y me fui metiendo en el mundo de la noche”.

Por lo que se adelante en la web, esta exposición merece la pena por muchas cosas, pero me gustaría destacar tres: 

Porque ha dado la palabra a las verdaderas protagonistas de esta historia. Una exposición sin expertos, ni analistas ni voluntarios ni nada de nada. Ellas, enfrentándose a sí mismas. 

Porque es valiente. Porque no es fácil hablar de prostitución tan abiertamente. Porque es mucho más fácil invisibilizarla, recluirla a un reducto oscuro y alejarla de los parques, los niños y las calles céntricas para así no tener que enfrentarnos a ella.  

– Y porque es necesario ponerle nombre y cara a las 400.000 personas prostituidas en España -en su mayoría inmigrantes-, y a los cuatro millones de mujeres y niñas que cada año son incorporadas a la prostitución en el mundo. 
 
Por todo ello, enhorabuena a Médicos del Mundo por esta iniciativa: Mujeres de Vida Alegre

Disturbios en Mozambique

Mozambique se levanta hoy en pie de guerra por segundo día consecutivo. El ‘síndrome postvacacional’ -para los que hayan tenido vacaciones- no debe estar siendo fácil en Maputo, donde la población se ha encontrado con un aumento del 30% del precio del pan.

Disturbios en Mozambique
[Control policial en las calles de Maputo duante los
enfrentamiento de ayer, 1 de septiembre. REUTERS/Grant Lee Neuenburg]

Los enfrentamientos han dejado ya seis muertos y se espera que las protestas continúen. Y eso a pesar de que, según el portavoz de la policía, Pedro Cossa, «el ejército tenía orden de limpiar la ciudad de barricadas, pero no de restaurar el orden y la seguridad pública».

Disturbios en Mozambique
[«Echando leña al fuego». Un manifestante lanza un neumático
a una de las barricadas, en Maputo. Foto: REUTERS/Grant Lee Neuenburg]

Habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos, pero la experiencia de 2008 debería servir para ser conscientes de que el aumento del precio de los productos de primera necesidad es uno de los principales problemas con los que se encuentran los países más pobres.

Un problema que puede verse ampliado en África, donde hace dos años las potencias comenzaron a comprar tierras de cultivo para asegurarse su propio abastecimiento en caso de un nuevo alza de los precios.

Está por ver si lo de Mozambique ha sido una situación aislada o es el preludio de una protesta que puede generalizarse por todo el continente. Pero si pasa lo segundo, alguien debería tomar cartas en el asunto y evitar que el precio de los cereales dependa de lo que pasa en mercados de futuros y otros inventos de la nueva economía, porque está en juego la vida de muchas personas.

ACTUALIZACIÓN /RECTIFICACIÓN (7-09-2010): Como muy bien explica Borja Monreal en los comentarios, la subida del precio del pan -producto subvencionado por el Ejecutivo- se debió a una decisión del Gobierno mozambiqueño, y no a fluctuaciones de otro tipo, como yo había pensado. De hecho, según publica hoy Fundación Sur, ante los graves altercados de la semana pasada, el Gobierno ha decidido dar marcha atrás en su plan y volverá a dejar los precios del pan, y del agua, como estaban.

Nueva actualización (10-09-2009): Recomiendo leer este post de Jose Carlos Rodríguez: Mozambique, la revuelta del pan.

En el país hay inversiones, crecimiento económico (además de una paz duradera, que no es poco) y el gobierno ha conseguido bajar la inflación del 70 al 10 por ciento. Pero tiene un problema que cada vez es más común en toda África: la dependencia de alimentos del extranjero

 

Ory Okolloh, la bloguera de África

Abogada, activista y apasionada por las nuevas tecnologías, Ory Okolloh es una de las blogueras más conocidas de África, fue una de las creadoras de Ushahidi -la web que permitió a los ciudadanos de Kenya contar sus experiencias tras la violencia post electoral en 2007- y tiene cuerda para rato.

En su blog, Kenyan Pundit, explica que su padre era un ‘yonki’ de la política, y que probablemente de ahí le viene a ella su interés por la cosa pública. Recientemente ha sido nombrada miembro del Consejo de Davos para el futuro de África y ha viajado por buena parte del mundo hablando del continente negro. En 2006, creó Mzalendo (que en swahili significa ‘patriota’) una web que nacía con la intención de fiscalizar la labor de los políticos recogiendo sus declaraciones y sus biografías y en la que se apelaba a la participación de los lectores.

Ory Okolloh, la bloguera de África
Ory Okolloh. Fuente: Flickr

Okolloh ha vivido en muchos países del mundo, y actualmente reside en Johannesburgo, pero es sólo cuando vuelve a Kenya que se siente en su hogar: «No hay ningún lugar como casa. Es ese sentimiento cuando aterrizo en Nairobi y comienzo a hablar Swahili con el tipo de inmigración y siempre hay cosas pasando a mi alrededor… Ese sentimiento no lo tengo en ningún otro sitio del mundo»

Esta semana, el espacio African Voices, de la CNN, la ha entrevistado. Un texto muy interesante, que podéis ver completo aquí, y del que extraigo algunas de los preguntas más interesantes:

CNN: [Sobre la violencia postelectoral en Kenya en 2007]: La sensación antes del día de las elecciones era de euforia y luego todo fue terriblemente mal. ¿Qué supuso para ti ver ese cambio?.

Ory Okolloh: Fue algo muy emocionante. Era mi primera votación, lo que supuso un gran dilema para mí. Esta sensación de «aceptaremos la decisión que sea, pero por fin vamos a ejercer nuestro dereho al voto»- Especialmente para la gente joven, porque era la primera vez que votaban en tan alto número y no nos mostramos cínicos. Pero pasar de eso a lo que pasó después fue descorazonador.

A continuación, explica cómo nació Ushidi:

«Fue una rápida respuesta a la violencia. Comencé a bloguera después de los resultados. Y lo que estaba viendo y escuchando, especialmente de la gente que vive en las chabolas, no estaba siendo reflejado en las noticias. La mayoría de las televisiones estaban emitiendo dibujos animados y las radios música; mientras, yo miraba hacia afuera y veía el humo que rodeaba a Kibera» (…) Era surrealista, la desconexión entre la realidad y lo que estabas escuchando. Así que abrí mi blog para que la gente pudiera enviar sus historias (…)

 

Una forma creativa de dar a conocer Tanzania

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Corría el año 2000 cuando Sarah Markes llegó a Dar es Salaam. Por entonces no era más que una estudiante de Arte apasionada por los viajes que rápidamente se enamoró de la capital tanzana. 
Sarah tardó poco en descubrir los encantos, no siempre a la vista, y la belleza de las postales urbanas que le ofrecía la ciudad. Maravillas escondidas que no suelen atisbar los turistas, que pisan la capital sólo en su camino hacia lugares como Zanzíbar o los parques naturales, pero tampoco los residentes, ocupados en su duro día a día. 
Una forma creativa de dar a conocer Tanzania
[El edificio Salamander, una de las víctimas
de la demolición de Dar es Salaam. Fuente: Dar Sketches]

Y como nadie les daba valor, algunos de los lugares preferidos de Sarah comenzaron a ser destruidos debido al desarrollo de la ciudad. Fue esto lo que la hizo ponerse en contacto con artistas y escritores de la ciudad, para crear el proyecto Street Level, con el objetivo de dar a conocer los aspectos más curiosos, interesantes y únicos de Dar es Salaam.  Street Level pretende ser un foro para lromover el arte y la  escritura creativa en la ciudad. “Historias cortas, poemas, música. Incluso dos líneas de pensamiento interesantes” pueden formar parte del proyecto», me explica la autora por email. 
Una forma creativa de dar a conocer Tanzania
[Imagen del blog Dar Sketches]
 “Como artista e ilustradora, creo que los dibujos pueden capturar imágenes diferentes, y en ocasiones más vibrantes, que las fotografías”.
Ahora, las imágenes pueden verse en su blog, Dar Sketches, con el deseo de “capturar la esencia de la ciudad antes de que sea demolida”.
Sus ilustraciones no son sólo de lugares, representan a personas, ambientes, ritmos y colores. Una manera de  mostrar la diversidad de esta gran ciudad y apoyar al desarrollo del país colaborando además con otras organizaciones que promueven la cultura y la historia de Dar, como generalmente se la conoce.
Una forma creativa de dar a conocer Tanzania.

El Drakensberg: Las montañas del Dragón

El Drakensberg: Las montañas del Dragón
Laderas de las Montañas del Drakensberg, en Sudáfrica.

Uno de los secretos mejor guardados de Sudáfrica. Un lugar que nunca nos enseñan en los documentales cuando de África se trata.

En medio de Sudáfrica, justo en la frontera con Lesotho, se alza una de las cordilleras más altas del continente. Un lugar que en la época de lluvias, durante el verano austral (octubre a febrero) bien pudiera confundirse con cualquier postal de las montañas suizas en su máximo esplendor.

Es el Drakensberg, -las montañas del dragón en Afrikaans-, un paraíso para todo el que disfrute con las rutas a pie o a caballo por la montaña; un lugar lleno de cascadas, riachuelos, inmensas laderas alfombradas en verde y frondosos árboles.

El Drakensberg: Las montañas del Dragón
Laderas de las Montañas del Drakensberg, en Sudáfrica. Foto: Aurora M. Alcojor


Arte e historia en estado puro
La cordillera se divide en tres zonas, la norte, la sur y la central, siendo esta última la que más tiene que ofrecer. Aquí se encuentra el Giant´s Castle Park, un parque natural al que no se puede acceder en coche y en el que se pueden observar multitud de aves y de elands, una antílope típico de la zona. En el mismo parque se encuentran las llamadas Cuevas Principales (Main Caves), donde aún perduran hasta 500 pinturas prehistóricas, recuerdo de un tiempo en el que los San, también llamados bosquimanos y prácticamente desparecidos hoy en día, campaban sus anchas por el sur de África.

Se pueden hacer decenas de rutas, pero una de las más recomendables es la de la Garganta del Arcoiris, un recorrido circular de 11 kilómetros siguiendo el curso del río Ndumeni, en el que el paseante se encontrará con piscinas naturales, rápidos y cascadas. La otra opción es la que te llevar al Cathedral Peak, unas nueve horas que bien merecerán la pena cuando descubras las vistas desde lo alto de la cima.

En la parte Norte, la más cercana a Johannesburgo, se encuentra el llamado Anfiteatro, una escarpada roca de cinco kilómetros que, cosas de la Naturaleza, ha tomado la forma de este edificio. Impresionante espectáculo, reproducido hasta la saciedad en libros y postales de la zona.

El Drakensberg: Las montañas del Dragón
Alojamiento en las Montañas del Drakensberg.

Lo mejor de todo es que los albergues y hoteles de la zona han sabido integrarse en el entorno de tal modo que la estancia en cualquier de ellos es una parte más de este continuo disfrutar de la Naturaleza. Muchos de estos alojamientos ofrecen al turista la posibilidad de dormir en pequeñas cabañas, de dos o cuatro personas, echas a imagen y semejanza de las tradicionales, con sus techumbres de paja y formas redondeadas, pero con las máximas comodidades.

La mayoría ofrecen comidas, y probablemente será una de tus mejores oportunidades para saborear platos tradicionales como el pap (un tipo de maíz). Se trata de una zona muy poco poblada y con aldeas desperdigadas, por lo que no abundan los restaurantes, así que la otra opción es llevar tu propia comida. Cocinarla no será problema ya que la mayoría ponen a disposición del cliente sus cocinas y, aun en el caso de que no la tuvieran, no te preocupes, vayas donde vayas, en Sudáfrica siempre encontrarás una barbacoa disponible.