Nduka Obaigbena es presidente y fundador del periódico nigeriano ThisDay, una de los de la mayor tirada y más influencia entre los medios de comunicación africanos; impulsor de la revista Africa Arise y organizador del Africa Rising Festival, una serie de conciertos veraniegos celebrados desde 2006 en Abudja, (Nigeria), Londres y Washington con el objetivo de promocionar África y lanzar un mensaje distinto al habitual: “A pesar de los que los medios de comunicación internacional pretenden hacerte creer, hay buenas noticias en África, y mucho que celebrar”.
[Primer número de la revista Africa Arise Magazine] |
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Nacido en 1959 en Ibadan en una familia de clase media-alta, Nduka Obaigbena creció en Benin City y estudió artes e inglés en la Universidad. Durante un tiempo trabajó para Newsweek y time en la sección de África subsahariana y, después, creó ThisWeek, una publicación semanal que en 1987 se convirtió en el diario ThisDay.
Durante el régimen militar de los 90, cuando los periodistas eran rutinariamente arrestados –sino asesinados- por criticar al Gobierno, Obaigbena marchó al exilio después de uno de sus detenciones, y no volvió hasta 1998.
Desde entonces, ha seguido enfrentándose a la intransigencia; en 2002, sus oficinas fueron quemadas y una de sus periodistas amenazada de muerte por islamistas que se oponían a la celebración de Miss Mundo en Nigeria, y en diciembre de 2006, uno de sus redactores jefe Gowdwin Agbroko, fue asesinado de camino al trabajo.
A pesar de todo, Obaigbena sigue siendo optimista y habla de buenas noticias, del crecimiento de Nigeria –el país más poblado de África, con unos 135 millones de habitantes y las segundas reservas mundiales de petróleo-, de la estabilidad que ha creado Obasanjo, de las nuevas infraestructuras, de la democratización en buena parte del continente…
Pero Obaigbena no es un filántropo ni una hermanita de la caridad. El New York Times lo ha descrito como el líder de un multimillonario imperio, sólo en Lagos tiene tres lujosas casas, en sus viajes al extranjero se aloja en hoteles de 5 estrellas y se codea con la élite africana que hace ya mucho dejó de vivir en África, como Naomi Campbell o Colin Powell, al que hizo bailar a ritmo rapero en uno de sus conciertos.
Lo que está claro es que Obaigbena quiere lo mejor para su país y es consecuente con sus ideas: no quiere ni oír hablar de la Ayuda Oficial al Desarrollo como solución a los problemas de África, lo que pide es inversión, microfinanciación y confianza en el continente, la misma que él tiene.
Sus ideas pueden ser acertadas o no, pero al menos es parte de ese puñado de africanos que cada día hacen cosas nuevas, que se mueve, que se queda en su país para luchar por sacarlo adelante y que tiene fe en un futuro mejor.
Porque si no la tienen ellos, difícilmente la va a tener el resto del mundo.