Como contaba en la entrada anterior, aprovecho el documental ‘The art of Ama Ata Aidoo’ para traer aquí la figura de esta escritora, muy poco conocida en España pero de gran importancia para la literatura y el feminismo africanos.
Ama Ata Aidoo es una prolífica escritora ghanesa que forma parte de la primera generación de mujeres africanas que consiguieron ver publicadas sus historias. Todo un hito en un momento en el que poquísimos africanos, mucho menos mujeres, se dedicaban a la escritura. (Según la investigadora Inmaculada Díaz Narbona, el primer texto conocido de una mujer africana es de la camerunesa Marie Claire Matip, de 1958, aunque, “la crítica apenas si lo cita, e incluso los prestigiosos diccionarios de las obras africanas lo olvidan”).
Prolífera y pionera, sin duda, ya que su primer gran libro, la obra de teatro El dilema de un fantasma (The Dilema of a Ghost) vio la luz en 1964, tan sólo cinco años después de la independencia de Ghana. “Una época en la que la preocupación por las independencias y la reconstrucción del continente impregnaban la producción literaria, por lo que la escritura de las mujeres, que no trataban estos temas, era percibida como una escritura menor, sin compromiso, en la que se trataban problemas domésticos sin alcance histórico”, tal y como señala Inmaculada Díaz Narbona).
Efectivamente, Ata Aidoo trata muy de cerca y desde muchos aspectos el tema de la mujer, y se la considera por ello la gran retratista de la mujer africana moderna. Sus protagonistas se alejan del tópico: son universitarias, trabajan, ganan más que sus maridos, han estudiado en el extranjero y se enfrentan a situaciones diversas, que van desde la poligamia o el machismo («el más tonto de los hombres vale siempre más que una mujer»¸ escribe en Changes) hasta la homosexualidad (un asunto que aborda muy de refilón en su novela ‘Our sister Killjoy’ pero que demuestra valentía para hacerlo en los años 70) pasando por los contratiempos de la vida cotidiana. Historias complejas de mujeres que se debaten como pueden entre la tradición y la modernidad, eligiendo lo mejor de cada una para trazar sus propios caminos.
Y aunque estudia y reivindica a la mujer, Ata Aidoo se resiste a ser considerada feminista, quizás por las resonancias occidentales del término, y señala que aprendió sus primeras lecciones feministas en África, tal y como dice en una entrevista con la investigadora española María Frías.
Nacida en 1942, cuando Ghana era todavía la Costa del Oro británica, Ata Aidoo era hija de un gran jefe local y tuvo la suerte de crecer en un ambiente no sólo económicamente pudiente sino en el que además se fomentó su educación. Fue de hecho su padre quien abrió una de las primeras escuelas en su ciudad natal (Abeadzi Kyiakor) y ella misma fue enviada un prestigioso colegio para “señoritas” en Cape Coast. Con tan solo 16 años escribió su primer relato, con el que ganó una competición, lo que le animó a seguir escribiendo una vez en la Universidad, donde estudió filología inglesa. Acababa de cumplir los 22 cuando se publicó su primera novela: The Dilemma of a Ghost (1965), en la que trata el que será uno de sus temas recurrentes: la confrontación entre la tradición y la cultura occidental. En este libro, Ato, un estudiante ghanés en Estados Unidos, se casa con Eulalie, una mujer afroamericana con la que luego se instala de vuelta en Ghana. A través de esta pareja poco habitual, analiza las diferencias culturales y los prejuicios a los que se enfrentan: la familia del hombre considera que los afroamericanos son inferiores por descender de esclavos; y la mujer piensa que las costumbres africanas son antiguas y las desdeña continuamente.
Tras su graduación consigue una beca de Escritura Creativa en la Universidad de Stanford (California) y pasa allí dos años, antes de volver a Ghana, ya para dar clases en la Universidad. En los años siguientes continúa escribiendo y, publica Anowa, y No Swetness here (1970), en la que se recogen algunas de sus primeras historias cortas.
Durante los 70 comienza a trabajar como profesora de inglés en la Universidad de Ghana, realiza estancias en el Instituto de Estudios Africanos y asiste también a varios seminarios en Harvard. Es en 1977 cuando publica una de su obras más conocidas y potentes (aunque difícil de leer, según las críticas; yo no he tenido la oportunidad), “Our sister Killjoy”, (Nuestra hermana aguafiestas) subtitulada “Reflections from a Black-Eyed Squint”, en la que retoma sus temas de siempre: el desencuentro entre la cultura africana y europea, y el impacto psicológico del postcolonialismo en las mujeres. Una novela de tintes biográficos en la que relata la historia de una joven que recibe una beca para estudiar en Alemania, en una ciudad a la que ella llama “The heart of Darkness”, (el corazón de las tinieblas, como Joseph Konrad denominó al centro de África durante su viaje). Divida en cuatro partes, (la primera de ellas, llamada significativamente “Un mal sueño”, da a entender que el supuesto Eldorado de los estudiantes africanos no ha sido ni mucho menos tal), en la obra se mezclan párrafos en prosa y verso; diálogo con monólogos interiores y reflexiones múltiples que terminan por dejar un profundo mal sabor de boca, transmitiendo a la perfección esa sensación casi de asco que la protagonista destila ante todo lo europeo.
Además de su carrera literaria, en 1983 fue nombrada ministra de Educación, pero no duró mucho en el cargo. Su sinceridad y su ansia por cambiar las cosas en este terreno le llevaron a dimitir tan sólo un año y medio después de tomar posesión en el cargo. Tras esto marchó a vivir a Zimbabwe, donde permaneció casi 14 años, manteniéndose siempre muy relacionada con el mundo de la escritura y las asociaciones de mujeres.
Ya en 1991 publicó Changes, a love history una novela que le valió el premio de la Commonwealth para escritores africanos. En ella nos encontramos con diversas historias, como la de Fusena, (una mujer educada, que ha vivido tres años en Londres y creció culturalmente junto a su marido, pero que termina relegada al papel de ama de casa por razones religiosas y culturales) o la de Esie, protagonista de la novela: una mujer que decide dejar a su marido porque la exige demasiado, para terminar casándose con un hombre polígamo. Una historia que no termina del todo bien y que muestra nuevas aristas sobre la poligamia: por ejemplo, la reacción de sus familiares y amigos: sin parecerles mal la poligamia, les parece incoherente para una chica educada, como ella.
En 1999 vio la luz «The Girl who Can and other Stories”, una colección de pequeñas historias en las que trata las relaciones entre madres e hijas, señalando los problemas intergeneracionales que existen entre ellas, pero también las similitudes de sus vidas.
Actualmente, Ana Ata Aidoo continúa con su intensa actividad, como activista y autora (escribe también poesía y libros infantiles) y dirige además la Fundación Mbaasem, que tiene como objetivo promover el trabajo de las escritoras africanas.
En definitiva, una prolífica carrera que bien merecía estas líneas y a la que no estaría de más que las editoriales españolas echaran un vistazo para comenzar a publicarla en nuestro idioma.
[…] en África”) escribía sobre esta “gran retratista de la mujer africana moderna”, en otro artículo. Mientras, seguía sin leer nada de esta escritora. Estaba a puntito de hacerme con Changes: a […]