Contra la esclavitud laboral: el poder de los consumidores

Contra la esclavitud laboral: el poder de los consumidores
Combativo y con alternativas. Así se presenta este proyecto que se estrenó, no por casualidad, el Primero de Mayo, y que sus autoras llevaban ya un buen tiempo rumiando. Carro de Combate es un proyecto que aúna periodismo y compromiso para visibilizar las lamentables condiciones laborales que sufren millones de personas en todo el mundo y que invita a los lectores a participar dando a conocer iniciativas e ideas contra este círculo vicioso en el que andamos inmersos. Un proyecto que tiene como fin último crear un mapa documentado y exhaustivo de la esclavitud en los tiempos modernos.
Una web escrita a dos manos (Nazaret Castro y Laura Villadiego) desde dos puntos del planeta en los que los que la disminución de los costes de producción se ha llevado a su máxima expresión: América Latina y el Sudeste asiático.

Así lo explican ellas mismas en su presentación:

Millones de personas trabajan en todo el planeta en condiciones análogas a la esclavitud para engrasar la máquina del consumo y el incesante proceso de acumulación de capital que requiere el sistema económico capitalista. Esta esclavitud posmoderna no es un vestigio de prácticas arcaicas que sobrevivieron a la introducción del capitalismo, sino un instrumento que el sistema utiliza para favorecer esa rueda interminable del consumo.

Desde que se consolidó la deslocalización de la producción a nivel planetario, en un proceso paralelo a la mejora de las condiciones laborales en Europa y Estados Unidos, las empresas multinacionales escudriñan los rincones del planeta donde las legislaciones laborales son más laxas y los salarios, más bajos. Paralelamente, una agresiva propaganda legitimadora del sistema ha ido consolidando falsos mitos que se han instalado en el imaginario colectivo. Como que éste es el único de los sistemas posibles, que es el único viable y el más eficiente, cuando es evidente que el capitalismo es un sistema económico no sólo extremamente injusto socialmente, sino también muy despilfarrador. Un sistema que basa su viabilidad en el crecimiento infinito es simplemente absurdo e insostenible en un planeta con recursos finitos.

Todo empezó con La historia de las cosas un pequeño documental animado, de unos 20 minutos, que las hizo reflexionar.

Y reflexión es probablemente lo que más nos hace falta. Cuando compramos una camiseta por tres euros o una radio por cinco dólares, deberíamos preguntarnos cómo es posible que sea tan barato. A costa de qué es tan barato. O incluso peor, cuando compramos –quien las compre- una camiseta de tal o cual marca por 70 euros a pesar de haber escuchado una y mil veces que esa marca produce en condiciones abusivas en muchos lugares del planeta, deberíamos preguntarnos al menos a dónde va a parar nuestro dinero.
Contra la esclavitud laboral: el poder de los consumidores
Quizás por todo ello han convertido al tradicionalmente inofensivo carrito de la compra en un verdadero carro de combate. Porque, bien utilizado, cada acto de consumo es una de las armas más poderosas con las que contamos como ciudadanos. En nuestras manos está que la aprovechemos.

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