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Siete africanos entre los ‘100 más influyentes’ de la revista Time

Me parece una curiosidad más que otra cosa, pero es significativo que tan sólo siete africanos se encuentren entre los 100 más influyentes según la revista Time y aún así se considere una buena noticia. Y es verdad, porque podrían ser menos.

Personalmente, tan sólo conocía a una de estas 7 influyentes personas, pero vamos allá con la lista.

Didier Drogba, futbolista marfileño.
Didier Drogba, futbolista marfileño.

Didier Drogba: futbolista de Costa de Marfil en el que parece que están puestos todos los ojos para el Mudial. Juega en el Chelsea y es embajador de Buena Voluntad de la ONU.

Elon Musk: Uno de los cofundadores de Pay-Pal. Nació en Sudáfrica, pero a los 17 años se fue junto a su familia a Canadá, de donde era su madre.

Valentin Abe: Originario de Costa de Marfil, logró una beca Fullbright para estudiar en Estados Unidos. Se casó con una Haitiana y se instaló allí, donde comenzó un programa de piscicultura que ha ayudado a miles de pescadores.

Neil Blomkamp: De origen sudafricano, es el director de District 9, una película que sorpendió en Estados Unidos y que le ha servido de trampolín para lo que, se cree, puede ser un brillante futuro cinematográfico. Veremos.

Matt Berg Nacido en Camerún, se crió en Dakar, Senegal. Fue a estudiar a Estados Unidos y ahora mismo lidera un programa para rastrear enfermedades por SMS: ChildCount +. Es una red de trabajadores comunitarios que regularmente examinan a niños a los que tratan y realizan seguimiento.

Graça Machel, política, profesora y activista social en Mozambique.
Graça Machel, política, profesora y activista social en Mozambique.

Graça Machel: Aunque probablemente sea más conocida por ser la mujer actual de Nelson Mandela, y anteriormente de Samora Machel -el primer presidente de Mozambique tras la independencia-, su inclusión en la lista de los 100 más influyentes se debe a su constante trabajo en favor de los derechos humanos de niños, mujeres y refugiados. Era profesora cuando se afilió al Frelimo (Frente Liberación de Mozambique) y fue ministra de Educación y Cultura una vez que el país accedió al poder.

Tidjane Thiam: Ex ministro de Planificación y Desarrollo de Costa de Marfil, Thiam es el director ejecutivo de Prudential, una gran aseguradora de Reino Unido.

Como se puede ver, la lista es heterogénea y a mí no me queda muy claro qué significa exactamente ser ‘influyente’, pero bueno, ahí está. Habrá que esperar a ver si cada vez son más los africanos influyentes.

Entrevista a Kasha Nabagesera. «La propuesta de ley ha hecho que la sociedad hable de nosotros»

Entrevista a Kasha Nabagesera. "La propuesta de ley ha hecho que la sociedad hable de nosotros"
Kasha Nabagasera, durante su estancia en La Laguna
Foto: Aurora Moreno Alcojor

Kasha Nabagesera mira con envidia la libertad que disfrutan en España las mujeres lesbianas y piensa en lo que podría ser y no es en su país, Uganda. Kasha es joven, universitaria y cosmopolita, pero ha renunciado a la vía fácil, la de irse al extranjero, para seguir luchando desde dentro incluso cuando su Gobierno estudia aprobar una durísima ley que podría suponer la pena de muerte para los homosexuales en determinados casos. Desde 2003 es la cara visible de la homosexualidad en su país como presidenta de la asociación Freedom and Roam Uganda, (Farug) y el mes pasado estuvo en La Laguna, Tenerife, para participar en la I Conferencia sobre Derechos Humanos y personas LGBT en África.

¿Cómo influirá la nueva ley en la vida de los ugandeses?

Influirá mucho y muy negativamente. De hecho, ya antes de haber sido aprobada está cambiando nuestras vidas. Ha provocado miedo en la sociedad, mucha gente ha vuelto a ‘entrar en el armario’, no quieren venir a la asociación para que no les vean y sus familias temen por ellos porque, de aprobarse, obligaría a padres  y madres a denunciar a sus propios hijos.

¿Cuáles son los cambios principales con respecto a la anterior legislación?

El primero es que afecta también a las mujeres lesbianas. Hasta ahora, aprovechábamos un vacío legal ya que el lesbianismo no se contemplaba como delito y por eso las mujeres estábamos a la cabeza de la lucha. El otro gran cambio es que atañe a todos los aspectos de la vida. Antes se penalizaban sólo las relaciones sexuales entre personas del  mismo sexo, pero ahora quieren sancionar todo: desde la organización de talleres sobre sexualidad hasta decir públicamente que eres homosexual, tener material gay o asistir a conferencias como ésta en el extranjero. Además, es una ley muy peligrosa porque incita a que se denuncie en base a ‘sospechas’ y a que se juzguen las intenciones de alguien. Es decir, aunque no seas homosexual, si alguien te denuncia porque sospecha de tus intenciones, puedes ir a la cárcel igual.


¿No contáis con el apoyo de ningún partido político?
Realmente no. La oposición se ha manifestado en contra de la ley, pero no porque defienda los derechos humanos de la población LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales), sino porque dice que con esto el Gobierno está desviando la atención de otros asuntos más importantes.

¿Cómo os estáis organizando en contra de la ley?
Ha sido difícil, pero lo bueno es que hemos logrado un espacio dentro la sociedad. Antes éramos invisibles, y de hecho la nueva ley quiere invisibilizarnos aún más, pero lo que han conseguido es lo contrario. Ahora se habla del asunto, nos han entrevistado en periódicos y en la televisión y la gente opina sobre la homosexualidad.

¿Cómo llevas ser la cabeza visible de esta lucha?
Para mí está siendo muy complicado. Hay muchos sitios a los que he tenido que dejar de ir, mis movimientos se han limitado; tengo que vivir en una zona segura y ni siquiera puedo usar el transporte público porque en 2007 fui agredida en un autobús. Llevo cuatro meses trabajando desde casa y a veces es deprimente, me siento aislada. Pero es el precio que hay que pagar.

¿No has pensado en ir a vivir fuera del país?
No, nunca. La verdad es que me da miedo lo que pueda pasar en Uganda, pero también irme a vivir a otro país, donde no conozca a nadie y estar lejos de mi familia y mis amigos.

Tú vives en Kampala, la capital, pero Uganda es un país eminentemente rural, ¿cómo se vive la homosexualidad fuera de las grandes ciudades?
En las zonas más rurales no se habla tanto sobre este posible cambio en la legislación y eso es un problema. No se explican las leyes y yo tengo conocidos que ni siquiera sabían lo que se está planteando el Gobierno. Eso impide que haya ningún tipo de movilización y además puede ser muy peligroso ya que si la ley entra en vigor, ellos no tendrán ni idea de a lo que se enfrentan.

¿Cuáles son los pasos a seguir desde vuestra organización?
La única opción que tenemos es ir poco a poco. Primero luchar para que no se apruebe esta ley y, si lo conseguimos, seguir trabajando para que se produzca un cambio en la sociedad. Uganda es un país muy religioso [la mayor parte de la población es cristiana, pero también hay un buen porcentaje de musulmanes] y los líderes religiosos dicen que la homosexualidad está mal y promueven el odio contra nosotros. Cambiar esta mentalidad va a ser más difícil que cambiar la ley.

 

El mundo al revés

Portugueses que se van a Angola en busca de Eldorado, españoles que se apelotonan por ir a trabajar a Dubai y chinos que ocupan África con sus inversiones. Cualquiera diría que la crisis nos ha vuelto locos a todos.

Vista de la bahía de Luanda, capital de Angola. Foto: Paulo César Santos
Vista de la bahía de Luanda, capital de Angola. Foto: Paulo César Santos

Vamos por partes. Lo de Angola sí tiene sentido porque, según cuentan quienes han estado por allí, las posibilidades para hacer negocio son infinitas. Siempre, claro, para trabajadores cualificados y previo pago de suculentas comisiones. Si no era suficiente con la fuga de cerebros –la UE sigue pidiendo a gritos inmigrantes cualificados mientras expulsa a patadas a quienes no lo son- ahora también buscamos una salida para los licenciados que nos sobran.

Lo de Dubai, en cambio, no lo entiendo. Un emirato lleno de macroconstrucciones y en el que está la torre más alta del mundo, sí, pero que forma parte de un país (Emiratos Árabes Unidos) -con esto yo siempre me lío- donde casi un 50% de la población proviene del sur de Asia y un 17% de Irán no parece el sitio en el que uno vaya a ganar 600 euros al día. Pero quién sabe, también conocí a un cocinero que dejó un buen restaurante en Londres por la cocina de un hotel en Abu Dhabi donde ganaba el doble. (Actualizado: Las últimas noticias dicen que esto era una estafa y que en Dubai se suele contratar a inmigrantes de Pakistán o Filipinas que aceptan el cobro de 200 euros al mes).

El caso es que quizás el futuro está en África, en Asia y en Oriente Medio. China ya lleva años avisando y el resto parece que sigue la misma marcha. Habrá que ver, que las cosas cambien mucho en cincuenta años y si no, miren la España de 1960.

El problema, claro, es que los africanos, asiáticos y demás, también querrán su parte del pastel. Y entonces, ay, a lo mejor tenemos que emigrar para ser mozos de almacén o señoras de la limpieza. Quizá entonces nos revelemos contra las injustas leyes de inmigración. Las de los países receptores, claro.

‘The Zimbabwean’ y la fuerza de la publicidad


Una campaña de publicidad del periódico ‘The Zimbabwean’ ha forrado diferentes lugares del mundo con billetes de millones de dólares -zimbabuenses- con el lema: «Gracias a Mugabe, este dinero sólo sirve para empapelar paredes».

'The Zimbabwean' y la fuerza de la publicidad
The Zimbabwean es un periódico editado en el Reino Unido muy crítico con Mugabe y que acoge a todos los periodistas que, por un motivo u otro, no pueden escribir en Zimbabwe.

'The Zimbabwean' y la fuerza de la publicidad

Según dicen en su web, es «el primer periódico físico para Zimbabuenses en el exilio». y está editado por Wilf Mbanda, fundador de Associated Newspapers of Zimbabwe, la empresa que publicaba The Daily News , periódico cerrado en 2003 por la aplicación de la Ley de Acceso a la Información» impuesta por Mugabe.

Su objetivo es llegar al millón de zimbabuenses que viven en Reino Unido, a los más de dos millones que han dejado su país para ir a las repúblicas vecinas de Sudáfrica o Botswana y, con mucho trabajo, a los zimbabuenses que todavía viven en su país.  Recuerdo que era muy fácil encontrarlo en Johannesburgo, pero no muy conocido. Ahora, con esta campaña de publicidad, su nombre ha llegado a todos los oídos, sobre todo gracias a la fuerza viral de internet.

 

'The Zimbabwean' y la fuerza de la publicidad

Periodísticamente, el hecho de que se edite fuera del país es un gran handicap, pero no se puede negar que tienen capacidad para acercarse a las fuentes y son, al menos, una buena forma de hacer frente a la prensa oficial en un país que, según el ránking sobre Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras en 2009, se situaba en el puesto 136 de 175 países analizados. [Por cierto, según este ranking, en Rusia y Vietnan hay menos libertad de prensa que en Zimbabwe y, en España (puesto nº 46), menos que en Sudáfrica (puesto nº 33)].

Inmigración y educación, mejor con humor

Dentro de unos años, 15 de septiembre, primer día de escuela en algún lugar de España.

La profesora pasa lista:
«Mustafá El-Ekhseri”………….………¡Presente!
“Obamba Moluni”…………………….. ¡Presente!
«Achmed El-Cabul»………….….……. ¡Presente!
«Evo Menchú»…………………..….…. ¡Presente!
«Yao Ming Chao»……………………… ¡Presente!
«Al Ber Tomar Tindi-Ez»………………. Nadie contesta
«Al Ber Tomar Tindi-Ez», vuelve a repetir la profesora algo mosqueada ……….. Nadie contesta
«Por última vez: Al Ber Tomar Tindi-Ez», dijo la profesora bastante cabreada.
De repente se levanta un chico y dice: «Debo ser yo profesora, pero se pronuncia: Alberto Martín Díez»

(Vía: Inmigración, una oportunidad)

Seguro que hay quen vea en este chiste  un argumento para advertir sobre la inmigración y la ‘invasión’ que se nos viene encima. A mí me ha parecido gracioso y creo que s con laerá interesante una escuela interracial en la que habrá muchas cosas que descubrir y compartir entre alumnos.

También será sin duda dificil dar las clases, promover la integración, evitar la creación de guetos, lidiars diferencias culturales -como la del velo, que en mi opinión sí debería estar prohibido en los colegios-, las diferentes creencias… Pero quizás haga de los niños gente más abierta y  más tolerante. Sólo quizás, claro, porque si no somos capaces de ponernos de acuerdo para un Pacto por la Educación entre nosotros mismos, ¿cómo lo vamos a ser cuando se trate de hacerlo con otras culturas?

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Después de seis meses en paradero prácticamente desconocido par ala población –primero estuvo en un hospital de Arabia Saudí y luego volvió a su país, pero sin aparecer en los medios de comunicación- el presidente de Nigeria, Umaru Musa Yar`Adua, ha muerto esta semana a los 58 años.

Yar Adua provenía de una familia dinerada e influyente, su padre fue ya ministro durante la Primera República nigeriana, estudió en los mejores colegios y siempre tuvo el acceso a los altos cargos asegurado.

A pesar de ello, parece ser que no tenía una especial ambición por el puesto, aunque tampoco se negó a participar en la carrera presidencial cuando se lo propusieron.

Cuando se presentó a las presidenciales ya estaba enfermo, así que no pudo reailzar una amplia campaña por todo el país, y muchos de sus conciudadanos ni si quiera le conocían. Cómo hizo entonces para ganar las elecciones? Contaba con una baza clave: tenía el apoyo declarado de …… Obasanjo, el anterior presidente del país.

Era ******* cuando fue elegido presidente y lo más destacado de su tiempo al frente del país es la

Mundo Negro: Cincuenta años informando sobre África

Cuando estaba en la Facultad, una profesora -Rosa Cal, los que hayan pasado por la Complu probablemente la recuerden- organizó una charla para hablar sobre África. El conferenciante era Gerardo González Calvo. Fue la primera vez que alguien me habló de África en primera persona, probablemente el primero que yo conocía que hubiera vivido allí y, con seguridad, el primero que nos habló sobre el coltán.

Dos años después compré en la feria del Libro de Madrid un libro que se llamaba ‘Africa, ¿por qué?‘ y que resultó ser de Gerardo González. Más tarde, supe que era el director de la revista Mundo Negro (actualmente está retirado). Justamente hace unos días colgué un artículo que escribí para ellos el año pasado y ahora me entero de que la publicación cumple nada más y nada menos  que 50 añitos. Se merecen una gran felicitación. Media década dedicada a África, los mismo años que hace que buena parte del continente es independiente.

 

50 años de la revista Mundo Negro
Una de las portadas de la revista Mundo Negro. Imagen tomada del reportaje emitido por TVE con motivo de su 50 aniversario y que todavía  se puede ver aquí.

Cincuenta años informando sobre un continente que hasta hace muy poco no figuraba en la agenda de ningún medio. Cincuenta años hablando de un lugar que hace una década estaba completamente olvidado y que sólo ahora parece comenzar a existir más allá de las guerras y el hambre.

Mucha gente no la conocerá y por eso me gustaría recomendarla. Editada por los Misioneros Combonianos, es uno de los medios que más de cerca sigue la realidad del Continente, primero en su versión de papel y ahora también en su web, y que durante años ha contado con unos ‘corresponsales’ de excepción: los misioneros que viven y trabajan en África y conocen mejor que nadie el día a día de sus gentes, pero sin desdeñar nunca los trabajos que les puedan ofrecer los periodistas, aunque viajen allí por primera vez. Y yo creo que éste es precisamente su mérito: la mezcla de perspectivas. Aunque por supuesto, también ayudan la buena maquetación y las excelentes fotografías que acompañan a todoslos reportajes.

Y lo mejor es que en Mundo Negro puedes encontrar desde noticias de actualidad a historia, pasando por análisis político, cultura, entrevistas y hasta fútbol, como este reportaje publicado con motivo de la celebración de la Copa África: ‘El otro fútbol de África’:

Éste es el caso de la Ciudad de la Esperanza, un colegio situado a las afueras de Lusaka, la capital de Zambia, donde varios cientos de niños y jóvenes procedentes de ambientes marginales reciben una educación de calidad.
Mundo Negro: Cincuenta años informando sobre ÁfricaEl centro, dirigido por las Hermanas Salesianas desde su apertura en 1994, acoge también a varias docenas de niñas abandonadas que han vivido en la calle, un problema creciente en la capital zambiana. Después de trabajar dos años construyendo pistas deportivas y organizando torneos para estos jóvenes, el cooperante Vicente Iraizoz, también de Red Deporte y Cooperación, confiesa estar impresionado por haber visto “cómo el deporte les ayuda psicológicamente. Es una gran terapia para muchas de estas personas que han tenido un pasado muy duro y tienden a aislarse. A través del lenguaje universal del juego se integran en un grupo y se socializan”.

Es una revista  sin duda interesante y para todo el que le guste África, un magnífico lugar de documentación. Además tienen un Museo Africano en Madrid y, con motivo del 50 aniversario, han puesto en marcha una exposición con sus mejores portadas que irá pasando por diversas ciudades españolas. No dejéis de ir a verla, los que podáis, porque me da que a Tenerife no llega.

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Un chico con el que coincidí en Marruecos decía que a él todo eso del Desarrollo le parecía muy bien pero que las cosas sólo cambiarían cuando se produjera un crack económico, como el del 29, y el sistema volviera a construirse de nuevo.

Hombre, lo de ahora no parece que vaya a acabar con el sistema, pero sí puede cambiarlo de alguna manera. Por ejemplo, frente a los PIGS han surgido los MAVINS (México, Australia, Vietnam, Indonesia, NIgeria y Sudáfrica) que, según informa GuinGuinBali, «representan el 6% de la Economía mundial y se están ganando el respeto de los economistas«; frente al par de añitos duros que el FMI predice para España, el mismo organismo augura un crecimiento medio del 6% para la región del África subsahariana, -con Ghana liderando al ritmo del 20%, nada menos- y *****************

Por supuesto que el cambio no será de un día para otro ni se producirá de forma homogénea en todo el continente. No podemos comparar a Sudán, Somalia o Congo con Sudáfrica, Senegal o Mozambique, igual que hace 40 años no se podía comparar a España con Francia o Gran Bretaña.

Y aunque a lo mejor nos parezca impensable, yo creo que el cambio no está tan lejos. Simplemente nos cuesta creerlo porque nuestra generación nunca ha vivido una transformación tan grande como sí la vivieron nuestros padres. Me explico.

Todo esto viene a cuento de una cosa que me hizo pensar mi padre con un simple comentario que me hizo cuando vino a verme a Sudáfrica. Una mañana temprano salíamos de ohannesburgo y por la carretera nos encontramos con hileras de gente que iba andando a sus trabajos. A lo mejor les llevaba una hora, o a lo mejor dos, no sé. Tampoco sé las distancias, porque soy malísima para eso, pero puede que tuvieran que caminar 5 o 10 kilómetros.
Yo comenté algo así como “Qué barbaridad, que la gente no tenga dinero ni para coger un autobús para ir al trabajo”. Y él, con toda la tranquilidad del mundo, me respondió. “Pues sí, una pena. Me acuerdo cuando me iba yo andando a Campamento para no coger el autobús desde Alcorcón, que con el paseíto me ahorraba 10 pesetas cada día”.

Son cosas que a nuestra generación le parecen imposibles pero que no hace tanto se hacían en España