16-05-207.– El racismo institucionalizado, la sociedad blanca que mira hacia otro lado, el cine que lo normaliza, las leyes que lo permiten… En este documental, dirigido por el haitiano Raoul Peck y nominado al Óscar al Mejor Documental, se recogen las reflexiones del pensador y escritor negro James Baldwin, uno de los que mejor supo interpretar y analizar lo que suponía el profundo racismo de la sociedad norteamericana.
Una cinta que se estructura a través de los textos, entrevistas y conferencias del autor y que gira en torno a la muerte de tres referentes de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos: Malcolm X, Martin Luther King, y Medgar Evers. Tres luchadores negros, amigos de Baldwin, asesinados los tres antes de cumplir los 40 años. Unos hechos que Baldwin dejó escritos en su libro inacabado ‘Remember this house’, tan sólo 30 páginas que sirvieron a Peck para dar forma a su documental.
“Querías ser un vaquero como Gary Cooper, y resulta que al salir a la calle eras el indio».
Pero más allá de lo que supuso, para él mismo y para los negros norteamericanos, el asesinato de estos tres líderes, Baldwin hace una radiografía mucho más profunda de lo que supone el racismo en la sociedad norteamericana. Un racismo que, como en la Sudáfrica del Apartheid, y como en tantos otros sitios, se notaba desde el momento mismo en el que uno percibía que había mundo más allá de sí mismo. Desde que ‘a los 6 o 7 años te dabas cuenta de que eras negro’, ya nada te podía permitir ignorar esta circunstancia, escribió Baldwin, nacido él mismo en una familia pobre de Harlem en 1924. El pensador recogió en sus escritos lo que significaba ser negro en un país en el que eran considerados ciudadanos de segunda clase, incluso en el norte, donde, en teoría, no existía la segregación racial. Por eso en cuanto pudo se marchó a vivir a París, donde podía recorrer las calles con libertad. Pero fue allí donde vio las imágenes de una joven estudiante negra, insultada y escupida por sus compañeros blancos a la entrada del colegio, en septiembre de 1957. Y supo que tenía que volver a su país para luchar, a modo de cronista, con sus escritos y su voz, contra esta lacra.
En el documento, Raoul Peck intenta plasmar a través de imágenes de archivo, del mundo del cine o la publicidad, las lúcidas reflexiones del escritor. Imágenes que contraponen una idílica sociedad americana con la brutalidad policial; anuncios que intentan venderse entre las emergentes familias negras frente a niños y jóvenes malviviendo en los barrios más pobres de las grandes ciudades..
Encontramos también cómo el cine ha estigmatizado desde siempre a los negros, y cómo a la vez utilizó a los negros ‘domésticos’ (según la terminología de Malcolm X) para crear a sus ídolos, que sólo podían ser elementos exóticos,modélicos y agradecidos al sistema que les había dejado progresar.
Baldwin, que durante años fue considerado ‘individuo peligroso’ por el FBI, habla de la ‘apatía’ moral de la ciudadanía, del monstruo interno que vive en la sociedad blanca para que le dé igual lo que está pasando. “La mayoría de los blancos que he conocido no tienen nada en contra de los negros”, decía Baldwin en una entrevista. “El problema es la apatía y la ignorancia. No sabes lo que pasa al otro lado del muro porque no quieres saberlo”. “Los blancos se han convertido en engendros morales”, llegó a decir. Y más: “El drama es que la mayoría de las personas que dicen que les importa esto, mienten. Lo que les importa es su seguridad y sus beneficios”.
Porque lo que hace Baldwin es darle la vuelta a la historia. No se dirige a la población negra, se dirige a la blanca, y les dice: “¿Me consideras un negrata? Pues eso es porque necesitas uno. Averigua por qué”. Y les devuelve la pelota con una sentencia clara: «No se puede negar la humanidad de otro sin disminuir la de uno mismo”.
Reflexiones que tienen una enorme vigencia hoy en día, y que enlazan con el moviminto Black Lives Matter contra las injusticias a las que todavía se enfrenta la comunidad negra: contra el gatillo fácil de la policía frente a los chavales negros; contra dificultad de los tribunales para condenar determinadas acciones cuando la víctima es negra y el acusado blanco, contra la altísima tasa de paro de los negros… y tantas otras situaciones que siguen demostrando el racismo social e institucional que todavía perdura a pesar de los avances.