27-11-2015 / Imágenes de 23 fotógrafos hispanos para documentar la vida y muerte de las personas en conflictos, catástrofes y realidades tan distintas como las de Siria, Haití, Irak, Guatemala o España.
«El fotógrafo deja de existir.
La imagen queda quieta y en silencio, condenada por siempre a recordar el presente terrible de los hombres». Gracia Morales |
En un mundo en el que cada día se suben millones de imágenes a la red, fotografías de los temas más banales e insustanciales, hay algunas, unas pocas, que se clavan en la retina de quien mira, dispuestas, como dice el poema, “a recordar por siempre el presente terrible de los hombres”. Es el caso de las fotografías que nos presenta Upfront, una exposición visual que nos hace transitar por lo más terrible de la historia más reciente de nuestro mundo: Siria, Irak, Haiti, Guatemala o España, con sus inmigrantes hacinados a las puertas de Melilla. Una exposición que impacta al visitante no sólo por sus imágenes sino también por su disposición: una sala completamente oscura, con las imágenes iluminadas y agrupadas de forma temática para realzar estas realidades que en ocasiones ya no prestamos atención.
Impactan las imágenes de guerra, sí, pero sobre todo las de países supuestamente en paz, como las fotografías tomadas en Guatemala: ésa donde uno mira tranquilamente la tele mientras los otros arreglan el cadáver de uno de los miles de muertos que cada día fallecen en el país, Un índice tan alto -17 homicidios por día- que ha hecho florecer el negocio de las funerarias, que se instalan ya en antiguos garajes, talleres o cocheras.
Duelen también las lágrimas de un inmigrante subsahariano, que llora consciente de su fracaso, sabiendo que su aventura ha llegado al final, minutos antes de ser trasladados desde Nador (Marruecos) a la frontera con Argelia, donde serán abandonados a su suerte en medio del desierto del Sáhara. Y más miedo aún que las imágenes donde vuelan las balas o se multiplican los muertos da esa otra en la que vemos a un niño iraquí, de poco más de siete u ocho años, jugando con una pistola mientras una comandante del ejército estadounidense le toma una foto ¿En qué futuro nos hace pensar esta imagen?
Una exposición, en definitiva, dura pero necesaria para pararnos a reflexionar en la realidad de este mundo, que a veces vemos pasar demasiado rápido por televisión. Una muestra que es, además, una llamada de atención sobre el mundo del periodismo, sobre la importancia de estos fotógrafos que se marchan con lo puesto a cubrir el conflicto allá donde surge. Mujeres y hombres como Arian Cubillos, Manu Bravo, Catalina Martín- Chico, Luis de Vega u Olmo Calvo, entre otros, que viajan y se buscan la vida como pueden, aún a sabiendas del riesgo que corren y lo que se paga por una foto. Una muestra para ayudarnos a responder algunas preguntas, como las que se hace Ramiro Villapadierna, impulsor y comisario de la exposición, actual director del Centro Cervantes en Praga, y corresponsal él mismo durante muchos años en Europa del Este: «Sabemos que una cámara es un arma de difusión masiva. Pero ¿tenemos hoy pocas o demasiadas imágenes? ¿Las entendemos? ¿Cuánto cuesta una imagen? ¿Una vida vale una portada? Y no informar ¿cuánto nos cuesta?»
La exposición se puede ver en Madrid, en el Centro Conde Duque, hasta el próximo 31 de enero. A partir de entonces, la muestra viajará por otras ciudades de España y del mundo, pero para quien no pueda acercarse, las imágenes también están disponibles on line en la web: www.upfront.es