Tall as the baobab tree trata, una vez más, el conflicto entre tradición y modernidad que todavía sigue viviendo África, ahora muy especialmente en las zonas rurales. La película nos cuenta la historia de una familia, feliz y unida, que necesita hacer frente a un fuerte pago en el hospital, un problema para el que el padre no encuentra otra solución que casar a su hija más pequeña y conseguir así el dinero de la dote.
Algo que se ha hecho durante toda la vida y a lo que la madre no se opone, pero que se encuentra con el rechazo frontal de la hermana mayor, la cual ha podido estudiar y se propone ir pronto a la Universidad. Coumba, educada y con unas perspectivas de futuro muy diferentes a las que les ofrece la vida en el pueblo, no consiente que su hermana pequeña, que no es más que una niña, se case con un hombre –que la quiere además como segunda esposa- al que no conoce de nada.
Para ello, decide ponerse a trabajar y encontrar el dinero necesario para pagar el hospital y evitar así la boda de su hermana. Sin embargo, al final la tradición pesará más que el dinero y evitar la boda se demuestra como imposible, una vez que el padre ha dado su palabra.
Rodada íntegramente en lengua Peul, originaria de Senegal, y algo de francés, la cinta retrata muy bien la vida rural, sin paternalismos ni lástima: la familia tiene todo lo que necesita y aunque el padre es un hombre muy tradicional, es consciente de la importancia de la educación y permite que sus hijas vayan a la escuela. Sin embargo, no le gusta del todo los cambios que implica: “Estas niñas se comportan como si fueran de la ciudad. Claro, como van a la escuela allí”, dice en una ocasión.
Del mismo modo, la hija mayor es consciente de que no todo es perfecto en la gran ciudad. En primer lugar, no es nada fácil encontrar un trabajo: ni el mercado, ni el caber, ni como costurera… Cuando por fin lo encuentra, como limpiadora en un hotel, le cuenta a un amigo: “Echo de menos estar con la familia. Allí siempre estoy sola, hasta tengo que comer sola”.
La madre, por su parte, asume el papel de mujer sumisa. No le gusta la idea de casar a su hija tan joven, pero no cuestiona la decisión de su marido. Además, es lo que ella hizo en su momento y le reprocha a su hija que se enfrente a las costumbre: “Yo me casé joven y no me ha hecho mal. Tengo todo lo que puedo querer. No cambies tu cultura. Entiende tu cultura”.
En la cinta aparecen otros personajes que terminan por completar el panorama de lo que es la vida rural en el Senegal de hoy: el hermano mayor, que no pudo estudiar y lo lamenta; los chicos del pueblo, unos dedicados a trabajar con las vacas –la manera de asegurar su sustento- y otros confiados en poder ir a la Universidad; el profesor, que aconseja a Coumba denunciar a su padre como la única manera de evitar la boda, y el jefe del poblado, para quien la costumbre y la tradición son más importantes que todo lo demás.
Una película en la que no hay buenos y malos, sino razonamientos diversos, todos con su parte de razón, aunque nosotros sólo podemos estar de acuerdo con la idea de Coumba. Todo en la cinta se presenta como muy realista, quizás porque el director, un joven estadounidense de tan sólo 23 años, decidió rodarla tras una estancia en un colegio rural en el que las cosas pasaban tal y como aparecen en el película. (Precisamente la película está dedicada a los alumnos de ‘Sinthiou Mbadane’).
De hecho, se trata de actores no profesionales, alumnos y alumnas de ese colegio que se prestaron para hacer la película. Así lo cuenta Jeremy Teicher, el director, en una entrevista para el British Film Institute: “rodamos la película en el mismo pueblo en el que ya habíamos hecho el documental (…) Una de las chicas que participó en el documental fue la primera en hablar del problema de los matrimonios jóvenes, y supe que tenía que ser ella la protagonista. Además, tenía una hermana pequeña de la edad que necesitábamos. Así, su intimidad en la película es tan natural, porque es real”.
En cuanto a la actuación “creo que no fue tan difícil porque son cosas muy cercanas a su vida real”. De hecho, algunas partes fueron improvisadas, cuando uno de los chicos le dice a su amigo, el estudiante: “Nos abandonarás cuando te vayas a la Universidad?”. Eso no estaba previsto, pero salió así probablemente porque es algo que está en la vida real.
Tall as the Baobab Tree (Grand comme le Baobab) TRAILER from Jeremy Teicher on Vimeo.