El conflicto en Costa de Marfil podría desatar una nueva intervención africana por parte de París.
Hace unos días, el ministro de Defensa francés, Alain Juppe, aseguraba que «si hay que utilizar la fuerza, corresponde a Naciones Unidas o a la organizaciones africanas decidirlo, no a Francia». Ayer, en cambio, se desmarcaba de esta postura y se atrevía a afirmar que sus tropas, presentes en el país en apoyo a las tropas de la ONU «intervendrán si hubiera el menor peligro para la comunidad de franceses –unas 15.000 personas– en el país«.
La intervención, bajo la excusa de la seguridad de sus compatriotas, se sumaría a la ya larga lista de ‘operaciones’ del Elíseo en todos los países que alguna vez estuvieron bajo su jurisdicción. Veamos aquí algunas de ellas, según publica la Asociación francesa Survie
– 1962: Senegal: mantenimiento del orden tras un intento de golpe de Estado contra el presidente Senghor.
– 1964: Gabón: envío de paracaidistas tras la deposición del presidente Léon M´Ba, para volverle a poner en el poder.
– 1967-70: República Centroafricana: envío de una compañía de paracaidistas para proteger al presidente del país, Jean-Bedel Bocassa (llegado al poder por las armas), que teme un golpe de Estado.
– 1970: Represión de la tentativa de secesión de Costa de Marfil.
– 1968-1972: Chad: Lucha contra la rebelión dirigida por Hissène Habré que tiene lugar en Tibesti, una región situada al norte del país, en respuesta a la petición del presidente François Tombalbaye.
– 1977-1978: Zaire: Tiene lugar la guerra de Shaba y Francia crea un puente aéreo entre Rabat y Kolwezi para evacuar a los extranjeros.
– 1979: República Centroafricana: Dos compañías de paracaidistas ayudan a David Dacko (el que fuera primer presidente del país, de 1960 a 1965) a derrocar ahora a Bokassa, dentro de la operación “Barracuda”. Así, Dacko accede al poder el 20 de septiembre de 1979.
– 1983-84: Chad: París envía cuatro mil hombres y organiza la Operación Manta, para defender a Chad de las agresiones libias.
– 1986: Togo: Francia envía 150 hombres en apoyo del presidente Eyadèma, tras una tentativa de golpe de estado.
– 1986-1996: Chad: ‘Operación Epervier’: 900 hombres de apoyo al gobierno de Chad contra los intentos de invasión de Libia.
– 1989: Islas Comores: Envío de 200 hombres a Moroni, la capital, tras el asesinato del presidente Mohamed Abadía.
– 1999: Gabón: operación Requin: 2.000 hombres enviados para proteger los extranjeros residentes en el país, tras las revueltas de Libreville y Port-Gentil.
– 1990-1993: Operación Noroit en Ruanda: entre 300 y 1.000 hombres ayudan al Gobierno a hacer frente a los asaltos del Frente Popular Ruandés. Sobre esta operación asegura el periodista de Radio France Internacional Philippe Leymaire: “a Francia no le importó utilizar, una vez más, el pretexto de la protección de sus nacionales para satisfacer intereses de orden geopolítico”.
– 1991: Togo-Benín: 450 hombres llegan al aeropuerto de Cotonou, capital de Benín, con la intención de responder a una tentativa de golpe contra el primer ministro togolés en Lomé. Finalmente, los soldados franceses no tienen que intervenir.
– 1991-1992: Zaire: Mil hombres son enviados a Kinshasha tras las revueltas contra Mobutu.
– 1994: Ruanda: Operación turquesa: “Intervención humanitaria”, según las autoridades parisinas, desarrollada a partir de Zaire, con la intención oficial de acabar con el genocidio de los Tutsis y bajo mandato de la ONU
– 2005: Costa de Marfil: Francia acaba con todos los medios aéreos del ejército marfileño, como respuesta a la muerte de nueve militares galos en el país.
Artículos recomendados:
– ‘La Francia pirómana no debe hacer de bombero en Costa de Marfil» (en francés), aparecido en la web de Survie.
– Costa de Marfil, ¿el Irak de Francia?, publicado en la revista Pueblos. Aunque es de 2005, sirve perfectamente para comprender un poco mejor la situación. Me gusta este párrafo: «Imaginémonos dos situaciones: que Argentina invadiera militarmente Italia porque cree que Berlusconi es un corrupto y que Venezuela enviara tropas a España para defender a los venezolanos de las agresiones de una banda de policías con uniforme de skinhead. Esas dos reacciones que consideramos surrealistas y desproporcionadas son el pan de cada día en algunos países africanos, entre ellos Costa de Marfil.«