Coincidiendo con la celebración del Día del Orgullo, el periodista senegalés Fredéric Atayodi, que ya ha escrito aquí en otra ocasión, me envía un texto sobre una ponencia que tuvo lugar la semana pasada en la Universidad de DAkar a cargo del profesor de Antropología Cheikh Ibrahima Niang.
Por: Frédéric Atayodi / Dakar
“Las autoridades senegalesas deben tomar sus responsabilidades para defender los derechos de homosexuales y prostitutas, capas vulnerables al VIH/SIDA, para evitar que Senegal sea un vivero de esta infección» ha sostenido el antropólogo Cheikh Ibrahima Niang, profesor de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (UCAD) .
«A estas alturas, no debería haber violencia, discriminación ni estigmatización en Dakar, si no se queremos que nuestro país se transforme en un vivero del VIH. Hay que dar la vuelta a la página de la homofobia», sostuvo el investigador en presencia de homosexuales y prostitutas.
«El Estado debe intervenir y tomar sus responsabilidades. La ley que criminaliza la homosexualidad en Senegal es caduca, discriminatoria y no sirve para nada», insistió el investigador.
Para él, esta ley debe ser revisada porque es una versión local del texto francés que de los años 40 que Senegal ha ‘copiado y pegado’. «Proteger los derechos de los homosexuales no es sólo positivo para ellos, sino también para toda la sociedad», hizo ver Niang. El investigador ha insistido también en que la población que el modo de registro de las prostitutas sea revisado y su salud mejor seguida por los servicios de salud.
Las prostitutas y los homosexuales en Senegal son víctimas de discriminación y estigmatización en todos los planos y particularmente en los hospitales, lo que constituye un obstáculo para la prevención del Sida, según el profesor Ibrahima Niang,porque interrumpen sus tratamientos contra la enfermedad.
Según los datos científicos regularmente reconducidos desde hace algunos años, la prevalencia del Sida a nivel nacional es del 0,7% en el país, frente al 20% que se registra entre las trabajadoras de sexo y el 22% entre los homosexuales.
Según Cheikh Ibrahima Niang. «Hay que atacar la raíz del problema, si no, corremos peligro de estar dando vueltas y decir siempre la misma cosa». Además, el investigador recuerda que ciertos homosexuales, confrontados con la violencia nacida de la homofobia, tienden a casarse a mujeres, con el fin de «protegerse y proteger a sus familias». Ibrahima Niang ha insistido sobre la necesidad de mejorar el entorno jurídico, y ha preconizado la creación de espacios «donde estas personas puedan recibir asistencia médica, porque tienen derecho».
El Código Penal senegalés castiga «con un encarcelamiento de un año a cinco años y una multa de 100.000 a un millón de franco CFA –de238 a unos 2.380 dólares- todo acto considerado como contra naturaleza, particularmente un acto sexual entre personas lo mismo sexo.
Gracias, Motta.
Se debería tener mucho cuidado con las enfermedades de transmisión sexual. Enorabuena por el bloghttp://www.amidaweb.com/