Después de Nairobi, Mombasa me pareció hasta una ciudad tranquila. No había doscientos coches por metro cuadrado y parecía que se respetaban los semáforos.
[Estos dos cuernos son la seña de identidad de Mombasa. Foto: Auro] |
Por supuesto, la realidad resultó ser totalmente distinta, pero ésa fue mi primera impresión. La segunda fue la sorpresa de encontrarnos con una ciudad de aspecto árabe en la que abundaban las mezquitas y las mujeres vestidas con burkas.
[Imagen del antiguo puerto, ahora ya cerrado, en el que se desarrolló un enorme mercado a raíz de la trata de esclavos. Foto: Auro]. |
Mombasa es una isla situada a unos pocos kilómetros de la costa, y se accede a ella a través de un puente. En la actualidad es un lugar un poco decadente (a pesar de ser, según la Wiki, el mayor puerto del áfrica oriental) pero en algún momento fue un poderoso punto de intercambio entre árabes y africanos y, más tarde, un lugar ‘privilegiado’ y floreciente por el negocio de la trata de esclavoss.
[Estos barcos de vela se llama ‘dollows’, y eran los que utilizaban los árabes allá por el siglo XIII y los que todavía se siguen utilizando hoy en día. Foto: Auro]. |
Una trata de esclavos en dirección opuesta a la que siempre hemos conocido, pero con el mismo origen, África, una vez más.