15/07/2009: Obama ha estado en Ghana y ha dejado para la posteridad uno de sus discursos. Asumió la parte de culpa de los estados occidentales por el continuo saqueo de África, pero criticó también la actuación de gobernantes corruptos que utilizan a su país como si fuera el patio de su casa para su propio interés y el de sus amigos.
El presidnete de Estados Unidos dijo, entre otras cosas, que “El futuro de África depende de los africanos” y que “la historia ofrece un veredicto claro: los gobiernos que respetan los deseos de su propia gente, que gobiernan por consentimiento y no coerción, son más prósperos, más estables y más exitosos que aquellos que no lo hacen”.
No puedo estar más de acuerdo. Son los africanos los que tienen que luchar por un futuro mejor y para ello, sin ningún género de dudas, necesitan democratizar sus propios países.
Pero resulta que este viaje de Obama a Ghana coincide en el tiempo con otro viaje, el del ministro español de Asuntos Exteriores a un país cercano, Guinea Ecuatorial.
Y en este viaje, sin decir nada, sin discursos, sin grandes proclamas, es donde de verdad se dice todo.
Desde que se descubrió petróleo en la costa de Guinea Ecuatorial, a principios de los 90, el Estado se ha convertido en uno de los más ricos de África. Y digo el Estado y no el país porque es sólo el Gobierno y sus amigos quienes se han repartido el pastel. Según el FMI, el PIB per cápita, medido en paridad de compra con otros países, supera los 18.000 dólares. Supongo que el 60% de los ecuatoguineanos que viven con menos de un dólar al día (365 dólares al año) se preguntan dónde están los 17. 635 que les faltan.
Como el futuro de África está en manos de los africanos, supongo que lo que tendrían que hacer los guineanos es plantarse y decir basta a los 30 años de dictadura interrumpida. Una revolución, un golpe de estado, una revuelta pacífica… Sí, probablemente deberían hacerlo, pero no estaría mal que tuvieran alguna ayuda. Y no me refiero a armas ni a financiación, no, simplemente a algo tan sencillo como que cuando en las últimas elecciones el partido de Obiang obtuvo el 99% de los votos, los observadores españoles no hubieran tenido la poca vergüenza de decir que “las elecciones representaban un avance”.
Desde luego, no creo que les haya parecido ningún avance a los partidos de la oposición -la mayoría prohibidos-, ni a los presos políticos, ni a los que mendigan por las calles de Malabo.
Lo cierto es que, y al final volvemos a lo de siempre, los intereses económicos pueden más que las palabras y los discursos.
Obiang es el protegido de EEUU, porque allí están sus empresas, extrayendo petróleo a mansalva; y también el protegido de España porque esperamos y confiamos que pronto nuestras empresas también estén allí. Y oye, que llevamos muchos años currándonoslo, que esto no es nuevo y, ya en 2006, Zapatero recibió a Obiang en Madrid y tuvieron una reunión de hora y media. Y Rajoy, para no ser menos, se entrevistó también con él, faltaría más, que hay cosas que son ‘política de Estado’ y, mira tú por dónde, para esto sí se ponen de acuerdo los partidos.
Más noticias:
África en el Mundo: A partir un piñón con Obiang
Global Affaires: Guinea Ecuatorial, medio siglo de dictadura ininterrumpida.
Y un interesante artículo sobre el nuevo presidente de EEUU y sus comparaciones entre África y Asia: Los tres errores de Barack Obama en África