El primer miércoles de cada mes, Atlas Studios, un estudo de grabación de Johannesburgo, organiza un cine-forum.
Yo fui por primera vez la semana pasada y me quedé alucinada con la organización. A veces son estrenos y a veces reposiciones, pueden ser largos o cortos, de documentales o de ficción, pero lo importante es que, además de ver la película, se puede hablar con el director y la gente interactúa, comenta, reflexiona, opina… En fin, mucha más participación de la que me esperaba.
Por si fuera poco, antes de entrar a la proyección hay una especie de ‘cena’ de bienvenida. El día que yo fui consistía en sopa y pan de perrito con una salchicha de las de aquí, nada que ver con las que comemos en España, acompañado de cebolla frita. Buenísimo.
Este mes la película era Ubuntu´s Wounds, un filme corto, de unos 30 minutos, en el que el autor se enfrenta a lo que significó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación.
Esta Comisión ofrecía a los responsables del Apartheid amnistía a cambio de su confesión, mientras que a las víctimas les ofrecía el consuelo de ver cómo sus opresores confesaban. En mi opinión, la idea era buena y partía de un verdadero espíritu de reconciliación, pero lo que probablemente fue positivo para el país no lo fue para cada uno de los ciudadanos. La impotencia de ver cómo quienes habían matado o torturado a tus seres queridos quedaban impunes gracias a una simple confesión no debió ser plato de buen gusto para nadie.
Y de esto precisamente trata la película. De cómo el protagonista afronta el reencuentro, en Los Angeles, con el hombre que diez años antes mató a su mujer. De esto y de la filosofía ‘Ubuntu‘, según la cual una persona no puede realizarse si no es en conjunto con las demás personas.
La película me gustó lo justo, pero me pareció interesante porque al llegar aquí pensé que habría mucho más cine y literatura sobre el Apartheid y lo cierto es que no hay tanto. En cambio, sí hay muchísima iconografía sobre los ‘héroes’ del ANC y los que lucharon contra el Régimen -en camisetas, posters, pelis, libros, comics….–. Es como si hubieran elegido recordar -e idealizar- lo ‘bueno’ en vez de lo ‘malo’, y por eso precisamente me sorprendió ‘Ubuntu´s wound’, una película muy dura con un inicio brutal.
Supongo que pasará como en España y que probablemente en un par de décadas comienza un ‘boom’ de cine y literatura sobre el Apartheid. Ya veremos qué pasa. De momento, películas como ésta (que en 2001 consiguió el galardón al Mejor Corto en el Festival de Cine Panafricano) comienzan ya a abordar algunas de las historias más brutales de las muchas cometidas durante el anterior régimen.
No lo había pensado así, pero la verdad es que tienes razón. Total, aquí la batalla ideológica ya está ganada por abrumadora mayoría.
Además, el ANC también debe tener muchas cosas que ocultar de los años en el exilio, porque durante esta misma Comisión de la Verdad y la Reconciliación salieron a relucir las torturas y todo tipo de abusos que el partido había llevado a cabo contra todo aquel que consideraba un 'espía' o un traidor.
Auro
Supongo que también influirá el hecho de que en Sudáfrica no se enfrentaron dos mitades de la población, sino el 95% contra el 5%, y una vez aplastado el régimen racista ya no hay necesidad de meterse mucho con los boers porque es evidente que nunca más tocarán poder. Por tanto, el cine (y en general toda la propaganda), se dedicará más a hablar de lo buenos que eran Mandela y sus compis -que curiosamente son los que ahora ostentan el poder-.
Sin embargo, en España todavía se habla mucho del franquismo y se hacen muchas películas por el jodido politiqueo de identificar a la mitad del país con los «rojos» y a la otra con los «fachas», algo que a PP y PSOE le suele dar muchos votos.
Supongo que si en el 36 hubiera triunfado la revolución ahora no se harían películas sobre los 10 militares que se alzaron contra los trabajadores «por dios y por España», pero desgraciadamente esto no fue así.
En fin, que si un día hubiese un partido neorracista fuerte en Sudáfrica seguro que empezarían a proliferar libros y pelis sobre el tema para recalcar lo malos que eran -como ha hecho aquí el PSOE durante la campaña de las europeas, identificando a Mayor Oreja con el franquismo, del que posiblemente no se aleje demasiado, aunque esto también se le podría aplicar a José Bono y sin embargo no lo han hecho-.
De todos modos, mejor que los sudafricanos no recuerden demasiado que han dejado a sus verdugos irse de rositas, porque la verdad es que es para cagarse en la puta!