14/05/2009.- La situación se les está yendo de las manos a los políticos sudafricanos. El enfrentamiento entre Hellen Zille, la líder de Alianza Democrática, el partido de la oposición, y Jacob Zuma, líder del ANC y presidente del Gobierno ha sobrepasado ya todos los límites de lo aceptable. Supongo que ha llegado el momento de que paren, reflexionen y cambien el rumbo.
La cosa viene de largo, desde antes de las elecciones. Y la historia se repite siempre de la misma manera: Hellen Zille reprocha a Zuma -con razón- sus comentarios sobre las mujeres, su poligamia, su ducha para ‘protegerse del Sida’… y los ‘guardiantes’ del presidente -los jóvenes del ANC- responden en nombre del líder atacando a la opositora.
La semana pasada, Hellen Zille, que ganó las elecciones en la provincia de Western Cape, nombró su gabinete: todos hombres, seis de ellos blancos. La prensa afín al CNA lo bautizó como la vuelta de los ‘White men’ y recordó jocosamente los años del Apartheid en los que sólo una mujer -y ningún negro- se sentaba en el Parlamento.
El CNA, que ha impuesto la paridad en sus listas, criticó a Zille por su nombramiento, y la historia llegó hasta el punto de que un periodista le preguntó por qué no había ninguna mujer en su Gabinete. Ella, que es la líder del partido y será la gobernadora de la provincia, respondió irónicamente: «Hasta donde yo sé, soy una mujer».
Las críticas continuaron y Zille respondió en una dura carta en la que escribió textualmente:
«El ANC, en sus 90 años de existencia, nuca ha elegido una mujer como líder. El DA, con sólo 10 años de existencia, sí lo ha hecho. Es más, hasta hace poco, tanto la líder nacional como la parlamentaria era mujeres. Los aliados del ANC, el Partido Comunista y el sindicato Cosatu, también son dirigidos por hombres. Más significativamente, el líder del ANC, Jacob Zuma, es un mujeriego confeso con una visión profundamente sexista de las mujeres, que puso a todas sus esposas en peligro teniendo sexo sin protección con una mujer seropositiva».
No está diciendo ninguna mentira, pero la acusación es grave y los perros guardianes de Zuma no han tardado en responder.
Kebbey Maphatse, presidente de la Asociación de Veteranos de Guerra del ANC, dijo ayer que «el hecho de nombrar sólo hombres para su Gabinete era para tenerlos lo suficientemente cerca para satisfacer su líbido de puta«.
Después de ésas y otras lindeces del estilo, el elemento terminó diciendo que Hellen Zille «es una fascista del peor tipo, la cual, después de ‘evidentemente’ dormir con más de los hombres blancos que corresponden a su monogamia, ahora se revuelve y critica a aquellos que son honestos con sus preferencias culturales». [Aquí se puede leer la noticia entera].
El ex-combatiente terminó con una amenaza: Si zille no «se retracta de su comportamiento Anti-africano y racista, la Asociación de Veteranos de Guerra hará del Western Cape una provincia ingobernable». – Hacer el país ‘ingobernable’ fue una de las consignas de guerra de la lucha contra el Apartheid en los años 80-.
Al menos, el ANC como partido no ha apoyado estas declaraciones, -aunque tampoco las ha criticado, guardando un vergonzoso silencio-.